Tranquilidad interior

La tranquilidad interior es el sentimiento de bienestar que experimenta una persona que se siente bien consigo misma, tranquila y relajada a nivel interno.

La tranquilidad interior es la meta de felicidad más relevante y está en el origen de la posibilidad de tener relaciones personales saludables previamente, uno debe de sentirse bien consigo mismo.

El mundo actual nos vende una paz tranquila, artificial y anestesiada a la que podemos acceder simplemente colocando un cartel de “no molestar”.

Ese espacio de tranquilidad es importante, no cabe duda, ya que nos permite descansar, pero no es la tranquilidad interior que necesitamos y de la que queremos hablar hoy.

Es un estado subjetivo

La tranquilidad interior es una sensación subjetiva de bienestar, es impalpable pero muy real ya que nos llena de un nivel de tranquilidad profunda.

Se trata de un estado en el que nos liberamos de nuestras principales preocupaciones, miedos, estrés y sufrimiento.

La tranquilidad interior es una sensación de calma en la que dejamos de luchar contra los pensamientos y las emociones negativas y perturbadoras, aunque eso no significa que no existan, sino que dejan de dominarnos y causarnos daño porque no les damos una importancia excesiva ni permitimos que se conviertan en preocupaciones recurrentes.

Es un estado en el que nos apartamos mental y emocionalmente de los problemas y conflictos cotidianos, asumimos una distancia psicológica para disfrutar de la serenidad.

Además, la tranquilidad interior también significa ser conscientes de las maravillas de la vida y sentirse plenamente conectados con el universo y con nosotros mismos.

¿Se puede alcanzar la tranquilidad interior?

Las personas que piensan que es imposible alcanzar ese estado de tranquilidad interior. afirman, además, que la vida cotidiana es tan incierta y a veces tan caprichosa, que no es posible encontrar la serenidad porque los problemas siempre están agazapados a la vuelta de la esquina, esperando para atacarnos en cualquier momento.

Y, hasta cierto punto, es cierto. No se puede negar que la vida acarrea una gran dosis de incertidumbre.

¿Dónde encontrar la tranquilidad interior?

Sin embargo, la tranquilidad interior es algo que debemos buscar y encontrar en nosotros mismos.

La tranquilidad que se consigue evadiéndonos de la realidad y de los problemas es una paz artificial que se hará añicos apenas la adversidad llame a nuestra puerta.

Esto significa que la tranquilidad interior no se construye únicamente en medio de la serenidad y la tranquilidad sino también en medio de la tormenta.

La tranquilidad interior se templa en la adversidad.

9 claves para adquirir tranquilidad interior

No debemos olvidar que la receta para conseguir la tranquilidad interior realmente está en nuestras manos.

1. Conócete a ti mismo

Dedica menos horas a los periódicos y las noticias y más tiempo a explorar tu interior. Dedica tiempo a la introspección-

Cuando permites que tu mente absorba la negatividad que transmiten la mayoría de los medios, es muy difícil compensarla.

No se trata de crear una burbuja feliz y artificial a tu alrededor, pero es conveniente que programes hábitos mentales no tóxicos y que te asegures de pasar tiempo a solas contigo mismo.

La tranquilidad interior proviene de sentirte cómodo con tus decisiones, pensamientos y emociones, y para ello necesitas actualizar constantemente tu autoimagen.

2. Acepta los pensamientos y emociones “negativas”

Encontrar la paz interior significa, ante todo, equilibrio.

Por tanto, no podrás hallar la serenidad si continúas batallando contra los pensamientos y emociones “negativos” o si pretendes ocultarlos en el lugar más recóndito de tu mente.

Para alcanzar la paz interior es necesario que practiques la aceptación radical, que aceptes estos pensamientos y emociones.

De hecho, cuando aprendes a vivirlos, perderán su poder sobre ti y lograrás liberarte de su carga.

Recuerda que los pensamientos y emociones “negativos” no te hacen daño, lo que te daña y arrebata la paz es aferrarte a ellos.

3. La crítica destructiva te aniquila

El ser humano es incapaz de superar la tendencia a comparar, sacar conclusiones y luego criticar.

Sin embargo, la crítica negativa es el peor enemigo de la tranquilidad interior.

La crítica no solo hace daño a quien es criticado sino también a quien emite ese juicio de valor.

Suele ser expresión de rigidez mental y rechazo a la realidad.

El problema es que la crítica negativa te sumirá en un estado de insatisfacción permanente que te aleja de la serenidad que pretendes alcanzar.

Eso no significa que debes aceptarlo todo, pero tienes que aprender la diferencia entre la crítica constructiva que da pie a un cambio positivo y la crítica destructiva cuyas consecuencias siempre son negativas.

Se trata de aprender a no juzgar y ser más tolerantes y flexibles.

4. Simplifica tu vida

Cada cierto tiempo, es conveniente que te detengas y te preguntes si estás haciendo lo que realmente te gusta o si estás perdiendo el tiempo inútilmente.

Piensa en cómo puedes simplificar tu vida para que puedas dedicar más tiempo a las cosas que realmente te importan y te brindan felicidad y satisfacción.

Recuerda que la madurez no está en añadir cada vez más, sino en restar y necesitar cada vez menos para ser feliz.

5. Haz de la gratitud un dogma

No dejes que pase un solo día sin sentirte agradecido por algo.

Siempre hay algo por lo cual dar gracias, solo hay que aprender a valorar las cosas que damos por descontado, como el simple hecho de vivir o de tener a nuestro lado a personas que nos aman y a las que amamos.

Cuando empezamos a sentirnos agradecidos por lo que tenemos, en vez de quejarnos por lo que no tenemos, reencontramos un nuevo equilibrio interior.

La gratitud es una de las llaves que abre la puerta a la serenidad y la felicidad.

6. La generosidad como arma

Muchas personas dan esperando recibir algo a cambio, convierten las relaciones interpersonales en relaciones comerciales.

Cuando no reciben la recompensa esperada, se enfadan.

Por eso, si quieres lograr la tranquilidad interior, debes despojarte del egoísmo y reencontrar el placer que implica el acto de dar, por el simple hecho de ayudar o hacer una buena acción.

Dar debe ser lo suficientemente gratificante de por sí.

Siéntete bien contigo mismo por lo que has hecho.

7. El presente es tu aliado

Si te sientes deprimido, estás viviendo en el pasado, si te sientes ansioso, estás viviendo en el futuro. Si te sientes en paz, estás viviendo en el presente, dice una frase sobre la paz interior de Lao Tzu.

Muchas veces vivimos agobiados porque estamos a caballo entre las culpas del pasado y las preocupaciones del futuro.

Aprender a estar plenamente presente, en lo que los budistas llaman “el instante eterno”, te permitirá encontrar la paz en lo que estás haciendo, sea lo que sea.

De hecho, puedes practicar diferentes ejercicios de mindfulness cotidiano, ni siquiera es necesario que te sientes a meditar.

8. Practica el desapego

A lo largo de nuestra vida vamos acumulando mucho resentimiento y rencor, sentimientos que terminan haciéndonos daño y nos impiden lograr esa tranquilidad interior que tanto ansiamos.

Por eso, es fundamental que aprendas a dejar ir esos sentimientos y pensamientos que te afectan y mantienen atado al pasado.

También es fundamental que aprendas a practica el desapego, incluso con las metas que te has propuesto.

La vida fluye, si te aferras te quedarás estancado luchando contra la corriente, lo cual te agotará emocional y físicamente.

9. Domestica tu mente

Cada día nos enfrentamos a cientos o incluso miles de estímulos.

Nuestra mente está en un estado de hiperestimulación constante que nos impide encontrar la serenidad.

Aprende a vaciar la mente y a liberarla de todas las preocupaciones cotidianas.

Por eso, es conveniente que dediques al menos unos minutos al día a practicar la meditación o la relajación.