Mucho se habla en nuestros días de conceptos como bienestar psicológico o felicidad y, a pesar de ser un deseo común para la mayor parte de la población, no todo el mundo consigue vivir en ese estado.
El bienestar psicológico es un concepto complejo, pero que tiene que ver con sentirse bien en un sentido general.
Es decir, estar bien con uno mismo, estar alineado con las motivaciones y objetivos que estructuran el propio estilo de vida, gozar del equilibrio emocional necesario para afrontar el día a día e, incluso, disponer de una buena salud física.
El problema de este tipo de definiciones, sin embargo, es que en realidad el bienestar psicológico es un concepto abstracto y, por supuesto, subjetivo.
¿Qué es el bienestar psicológico?
Esta abstracción tiene que ver con las creencias y con las expectativas, con el empoderamiento de la persona y con estar rodeado de un contexto de tranquilidad y positividad.
Hoy en día se habla mucho de la sociedad del bienestar, pero ¿quién podría tener bienestar psicológico ante una catástrofe?
Evidentemente el camino hacia el bienestar depende de uno mismo, sin embargo, las condiciones ambientales influyen de forma importante.
De igual forma, no debemos olvidar que la definición de bienestar psicológico puede variar de una cultura a otra.
Dentro de la Psicología Positiva, desde sus inicios en los años 90 del siglo XX, siempre ha habido una preocupación acerca de encontrar, medir y desarrollar estrategias que permitieran trabajar todos los factores que contribuyen al bienestar de las personas.
Además del modelo PERMA de Martin Seligman, existen otros como el modelo de RYFF muy útiles a la hora de entender y promover el bienestar personal.
Factores del modelo de bienestar de Ryff
Para la psicóloga Carol Ryff, profesora en la Pennsylvania State University (EEUU), el bienestar psicológico se compone de seis dimensiones.
Veamos a continuación el modelo, sus seis factores y cómo se manifiesta cada uno.
Control ambiental/Dominio del entorno
Esta dimensión se refiere a la habilidad para manejarse en un entorno difícil, teniendo la capacidad para adaptarse a las circunstancias adversas.
Si tienes una alta percepción de dominio sobre lo que te rodea, te sentirás capaz de influir en el entorno y de manejar situaciones complicadas.
En cambio, si tienes un bajo dominio del entorno, según el cuestionario de bienestar psicológico, vas a tener más dificultades para superar las adversidades que vayan surgiendo en tu día a día.
Se manifiesta cuando el individuo percibe:
- Sensación de control y competencia.
- Control de actividades.
- Obtener provecho de oportunidades.
- Capaz de crear o elegir contextos.
Crecimiento personal
Esta dimensión mide la capacidad que tienen las personas para aprender de sí mismas, estando abiertos a experiencias nuevas y desafiantes.
Si fomentas tu crecimiento personal, es posible que sientas que estás en continuo aprendizaje, tengas la capacidad de aprender de lo que vas recibiendo y sepas que tienes los recursos para ir mejorando.
Se manifiesta cuando el individuo percibe:
- Sensación de desarrollo continuo.
- Se ve así mismo en camino de progreso.
- Abierto a nuevas experiencias.
- Capaz de apreciar mejoras personales.
Propósito en la vida
Mide la necesidad de las personas de encontrar un propósito que de sentido a su vida.
Las personas necesitan marcarse metas claras y asumibles, además de objetivos realistas.
Si puntúas alto en esta dimensión significa que encuentras un significado a tu vida, le das sentido y significado a tu pasado, presente y futuro.
Si en cambio no encuentras un propósito claro, es posible que sientas que te falta dirección o te sientas desorientado.
Se manifiesta cuando el individuo percibe:
- Objetivos en la vida.
- Sensación de llevar un rumbo.
- Sensación de que el pasado y el presente tienen sentido.
Autonomía
Esta dimensión evalúa la independencia de las personas en diferentes aspectos de su vida.
La sensación de poder elegir y poder tomar sus propias decisiones, de mantener un criterio propio y una independencia personal y emocional, aunque los demás no estén de acuerdo.
Un grado de autonomía alto implica que eres capaz de desplegar una fuerza mayor para resistir a la presión social y a tus propios impulsos.
Si en cambio, tienes una baja autonomía, puede ser que te dejes guiar más por las opiniones de los demás, estés pendiente de lo que los demás dicen o piensan de ti y te dejes llevar más por la presión de grupo.
Se manifiesta cuando el individuo percibe:
- Capaz de resistir presiones sociales.
- Independiente y tiene determinación.
- Regula su conducta desde dentro.
- Se autoevalúa con sus propios criterios.
Autoaceptación
Esta dimensión habla de la aceptación de todos los aspectos de uno mismo y del pasado tal como fue, sin caer en la impotencia por querer modificar o intervenir sobre aquello ya sucedido.
Piensa que, si aceptas tu cuerpo, tus emociones y tus pensamientos, vas a tener una visión más positiva de ti mismo.
En cambio, si tienes una baja autoestima y te cuesta aceptar quién eres, es posible que por esta insatisfacción te sientas tan abrumado que no sepas por dónde empezar a cambiar aquellos aspectos sobre los que sí puedes intervenir.
Se manifiesta cuando el individuo percibe:
- Actitud positiva hacia uno mismo.
- Acepta aspectos positivos y negativos.
- Valora positivamente su pasado.
Relaciones positivas con terceros
Esta dimensión mide la capacidad que tienen las personas para relacionarse con los demás de una manera abierta y sincera.
Si eres capaz de tener relaciones satisfactorias con los demás, vas a fomentar vínculos que van a reportarte una mayor calidad emocional.
Esto implica tener más capacidad de empatía y apertura hacia las personas.
Se manifiesta cuando el individuo percibe:
- Relaciones estrechas y cálidas con otros.
- Le preocupa el bienestar de los demás.
- Capaz de fuerte empatía, afecto e intimidad.
Trabajando el bienestar
Te animo a que utilices el contenido de esta entrada para comprobar en qué punto estás tú y, por ejemplo, la persona con la que trabajas, a través de contestar tan solo dos preguntas:
- ¿En cuál de los factores del modelo puedes mejorar?
- ¿En qué aspectos dentro de cada factor te sientes más seguro, y en cuáles menos?
Te va a llevar menos de diez minutos y, sin embargo, puede ser el principio de un cambio importante en tu vida. Impresionante, ¿verdad?
Fíjate que tal y como nos propone la profesora Ryff cada uno de estos factores es independiente, pero trabajando cada uno de los factores seremos capaces de obtener cierto beneficio también en los otros.
Por ejemplo, si somos capaces de resistir mejor las Presiones sociales (factor autonomía) parece tener sentido que nuestra Autoaceptación vaya a mejorar.
O que si cada vez nos vemos mejor y progresando – Crecimiento personal – ello favorezca tener relaciones más cálidas y profundas con los demás (factor Relaciones positivas).
En todo caso, el reto será poder desarrollar estrategias de actuación para cada uno de ellos.
Podemos trazar estrategias generales para cada uno de los factores o para ítems específicos de cada uno.
Como trabajamos con las fortalezas personales, yo te recomendaré empezar precisamente por alguno de los ítems o factores en que te sientas más fuerte.
Razón
Porque ello resultará no sólo más fácil si no egosintónico; es decir, resulta coherente con quienes ya somos.
Y resultará más fácil pasar a trabajar aquellos factores o ítems que más esfuerzo nos supongan.
Una vez hecho esto, dentro de nuestra planificación de la terapia o de nuestro proceso de desarrollo personal, una buena idea puede ser pasar a trabajar un ítem especialmente significativo.
Te propongo probar y desarrollar tus propias estrategias; el bienestar psicológico será el principal beneficiado, y por tanto la globalidad de la persona.