¿Por qué los adolescentes no ven el peligro?
El sistema límbico, la parte del cerebro que regula las emociones, especialmente la amígdala que canaliza el miedo y la ira, responde de manera inmediata y sin filtro a los estímulos externos e internos
El sistema límbico, la parte del cerebro que regula las emociones, especialmente la amígdala que canaliza el miedo y la ira, responde de manera inmediata y sin filtro a los estímulos externos e internos
La guerra del cortisol contra la DHEA se libra en una parte del cerebro llamada amígdala, la gran controladora de nuestras emociones.
es posible reprogramar nuestro cerebro para ser más felices, aprovechando al máximo los hábitos, conductas, pensamientos y sentimientos que potencien las redes neuronales asociadas a la felicidad.
La repetición de actos de deshonestidad en beneficio propio acaban con la sensibilidad del cerebro a la inmoralidad de uno mismo.
Al no dar pie a emociones no deseables, puedes hacer uso de tus procesos cognitivos con mayor facilidad, lo cual te ayuda a llegar a soluciones más efectivas.
La Amígdala analiza todas las entradas sensoriales y cuando detecta una pauta sensorial determinada, que tiene catalogada como urgente, no intenta de ningún modo confirmar su percepción, sino que dispara una respuesta