Pilota tu lenguaje

Tu vida es como un vuelo en el que es necesario comprobar cada uno de los aspectos más importantes que te ayudarán a mantener el rumbo de tu historia: tu lenguaje.

Tus palabras son piezas imprescindibles en la maquinaria de tu vida y ya sea de forma consciente o inconsciente, proyectan tu visión, tu comportamiento y tu actitud ante lo que acontece cada día.

Una vez entendido el concepto, llega el momento en que reflexiones sobre qué aspectos de tu lenguaje quieres cuidar a diario para fortalecer tu vida y la vida de otras personas (familia, amigos, pareja, ...), qué palabras te ayudan a estar más alegre, más contento, a cuidar de los demás y a sentirte responsable de tus obligaciones personales.

Te propongo adentrarte más en tu lenguaje, explorarlo palabra a palabra, hasta llegar a poder elegir que palabras y que frases quieres evitar o fortalecer.

Para ello, te animo a que prestes atención a tu habla interna, al lenguaje del pensamiento: esas vocecitas de la mente, nuestro Pepito grillo particular. Te invito a que te hagas preguntas del tipo: ¿Qué me digo a mí mismo cuando consigo un éxito? ¿Qué me digo a mí mismo cuando cometo un fallo? ¿Con qué palabra recibo un nuevo día? ¿Qué palabras de ánimo me digo mismo cuando me enfrento a un reto o algo nuevo?

Fíjate en el lenguaje que usas en tus relaciones: ¿Con qué palabras construyó mis conversaciones, diálogos, monólogos, ...? ¿Cuido mi tono de voz? ¿Soy asertivo o imperativo? ¿Práctico escucha activa? ¿Sigo las pautas de un diálogo apreciativo?

También debes atender a tus mensajes escritos, tú forma de comunicarte en cartas y correos, en tu comunicación a través de las redes sociales (¿Me presento adecuadamente? ¿Explico el motivo de mi mensaje? ¿Doy pistas concretas sobre mis objetivos? ¿Explico claramente los plazos que requiero? ¿Hago todo ello con afecto? ¿Me despido con una fórmula cortés?)

Y por supuesto no te olvides de los gestos y posturas corporales, de la presencia que acompaña tus palabras: ¿Sonrío cuando saludo a las personas? ¿Miro a los ojos cuando converso con alguien? ¿Es coherente mi postura con lo que expreso a través de mis palabras? ¿Qué expreso con mi cuerpo?

Trabajar en estos procesos para que sean mejores, más sencillos, más eficientes y más fáciles de aplicar es una actividad que se debe convertir en indispensable, en algo que debes trabajar continuamente.

Sin embargo, no olvides que se trata de una herramienta, no de una meta.

El objetivo que perseguido es que aprendas a habitar tus palabras y tus acciones con intención de crear un futuro que esté a la altura de tus sueños y te permita vivir con una mayor alegría y felicidad la relación contigo mismo y con los demás.

Tuneado con el mayor respeto del libro “Educar en lenguaje positivo
De nuestro amigo Luis Castellanos
¡¡Muchos éxitos para tus creaciones!!
Paloma y Miguel Ángel