Modelos y paradigmas mentales

Los seres humanos trabajamos con modelos mentales, paradigmas o registros mentales, que van siendo construidos progresivamente durante todo nuestro desarrollo.

La característica de los registros mentales, de los paradigmas o de los modelos mentales es que se incrustan en nuestro cerebro proporcionando una sensación de realidad que no tiene por qué coincidir con la realidad objetiva o con la percibida por otras personas expuestas a los mismos estímulos.

Podemos definir los modelos mentales, recurriendo a la aportación de los diccionarios, aquellas suposiciones profundamente arraigadas, generalizaciones, o imágenes que influyen en nuestra manera de comprender el mundo y también en la forma en que tomamos nuestras decisiones.

La principal consecuencia de lo anterior significa que la realidad que vivimos es una realidad potencialmente diferente a la de cualquier otro individuo, debido a que vamos a estar disfrutando de una concepción de la vida dependiente de todo lo que hayamos aprendido durante nuestro proceso de vida.

Los modelos mentales son representaciones internas de una realidad externa

Los modelos mentales nos enseñan a actuar, pensar, pero, nunca debemos olvidar que, al mismo tiempo, es un mecanismo que consiste en reducirnos, limitarnos la visión de la vida real.

En ocasiones, los modelos mentales nos encierran en supuestos que no son verdaderos, que han sido creados en el imaginario colectivo y han sido transmitidos de generación en generación.

En estos casos, si queremos ganar objetividad, debemos observar, con mucho detenimiento, nuestra historia, comportamiento, y pensamiento.

Para llegar a percibir en toda su potencia esta propuesta, es obligatorio profundizar en la comprensión de la idea transmitida por el concepto “realidad interna”.

Intentando ayudar, señalaremos que quiere decir, que cada individuo puede tener diferentes o distintas representaciones internas de una misma realidad objetiva, presente en el mundo real.

La interpretación de una película, de un libro, será traducida de manera similar o parecida pero nunca igual.

Nuestro cerebro ha establecido distintos modelos por eso sacamos conclusiones distintas aun habiendo visto y leído la misma representación o manifestación.

Paradigmas

Los paradigma son mecanismos mentales que utilizan un patrón, modelo, ejemplo o arquetipo.

Alude a aquellos aspectos relevantes de una situación que se asumen como un ejemplo a seguir.

Desde ese punto de vista, pueden suponer ideas preconcebidas que, sin llegar a tener sentido, las mantenemos en la mente a pesar de que existan evidencias de su improcedencia.

Ejemplos claros cotidianos pueden ser el pensamiento recurrente de que vivir o estudiar en otro país siempre será mejor, o como dice el refranero, la hierba siempre es más verde al otro lado de la valla.

Conclusión, aunque la evidencia esté presente, nuestra mente se niega a aceptarla y mantiene vigente la creencia equivocada.

Hay que abrir la mente para poder descubrir y destruir aquellos paradigmas mentales obsoletos limitantes.

Es necesario mantener una actitud de escucha crítica ante evidencias y pruebas que puedan ir en contra de los paradigmas que sustentan la esencia de nuestro ser y después estar dispuesto a tomar una decisión de renovación.

Todos conocemos personas consideradas tercas, que resultan particularmente fastidiosas, pues a pesar de que se les presenten pruebas, jamás aceptan una nueva idea, son personas con paradigmas arraigados y suelen ser en la mayor parte de los casos inflexibles y poco tolerantes.

Atención

Las ideas preconcebidas que nos acompañan forman parte de persuasiones, sugestiones, críticas, autocriticas que se profundizan en nuestra psicología y que nos controlan desde el inconsciente.

Debemos tener en cuenta que vivimos en un mundo de enormes poderes: religioso, político, operaciones encubiertas, manipulación mediática, cultos, terrorismo, ...

Estas formas de poder están interesadas en limitar, incluso eliminar, nuestras capacidades de crítica individual, de juicio valorativo o de filtrar informaciones interesadas.

Esta manera de intento de manipulación a través de modelos mentales o paradigmas tiene una connotación negativa, siempre denotan un comportamiento egoísta y persiguen un fin lucrativo y de alienación del individuo.

Los modelos mentales así implantados serian como tener el cerebro lavado por conceptos y preceptos no compatibles con la realidad y que persiguen fines espurios.

En resumen, es nuestra responsabilidad estar atentos a los modelos mentales con los cuales hemos sido criados, que hemos ido incorporando durante nuestro proceso de socialización y ser conscientes de la necesidad de renovarlos por otros más consecuentes y coherentes con la realidad que conforma nuestra vida en el momento presente.