Los niños y las emociones

Educar a un hijo no es tarea fácil y, como se dice habitualmente, nadie nace sabiendo.

Muchas cosas las aprendemos en el camino, otras de los modelos que observamos (nuestros padres principalmente), pero actualmente también hay acceso a mucha más información que antes.

Los datos provenientes de muchas investigaciones nos dan cuenta de métodos que no solo no son efectivos, sino que también hacen daño.

Afortunadamente, también se han estudiado otras herramientas que, bien utilizadas, pueden ayudarnos en la crianza de los niños.

Pero, antes de profundizar en las recomendaciones sobre las mejores conductas a potenciar, haremos un repaso breve sobre aquello no que no hay que hacer

Castigo físico

Las investigaciones han observado que la utilización de fuerza física con el objetivo de causar algún grado de dolor o incomodidad, por leve que sea, se relaciona con el incremento de comportamientos indeseados (es decir que es ineficaz), disminución de la internalización moral, aumento de comportamiento antisocial, afecta negativamente a la salud mental, mayor riesgo de ser víctima de abuso, más probabilidad de ser agresivo en la edad adulta y de cometer algún tipo de abuso en sus propios hijos o su pareja, deterioro de la capacidad cognitiva y relaciones familiares conflictivas.

Como si todo eso fuera poco, también se encontró en otras investigaciones un aumento del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, artritis y obesidad.

Los castigos severos aumentaban además el riesgo de desarrollar asma y cáncer durante la edad adulta.

Gritos

Los efectos de los gritos como método disciplinario tampoco son deseables.

Varias investigaciones encontraron que la disciplina verbal severa incrementaba los problemas de conducta y síntomas depresivos en adolescentes.

Sinceramente, cuando gritas con la finalidad de corregir una conducta, te restas autoridad.

En otras palabras, los chicos no te ven como una autoridad cuando gritas, sino como alguien que perdió el control y la calma.

Gritar no te llevará a disciplinar mejor, sino más bien a inculcar el hábito de los gritos en los niños.

Métodos efectivos

En el lado positivo, vamos a recomendar un par de mecanismos que potencien las conductas positivas del niño que queremos reforzar, junto con algunos consejos sobre como implementar un hábito fundamental: cómo modular las emociones del niño

Programa del ABC de Kazdin

El nombre se refiere a los antecedentes (A), las conductas (B, en ingles behavior) y las consecuencias (C).

Este método sugiere partir de los antecedentes, diciéndole al niño o niña lo que esperas de él o ella.

Es importante notar esto, porque estamos acostumbrados a decirles que es lo que NO tienen que hacer, en vez de decirles específicamente qué esperamos de ellos.

Los comportamientos (B) los definen y moldean los papás. Por último, las consecuencias serán las demostraciones de aprobación cuando los hijos realizan las conductas deseadas.

Supongamos que todos los días le gritas a tu hijo porque deja la ropa tirada en el suelo: “¡cuántas veces te he dicho que no dejes la ropa tirada! ¿en qué idioma hay que decirte las cosas? ¡Ya eres mayor!”.

En vez de hacer esto, le vas a pedir que, cuando llegue a la casa y se cambie, deje su ropa sobre la silla que está en su habitación, por ejemplo.

Si ves que lo hace, debes hacérselo saber, felicitarlo y mostrarle afecto.

Este método requiere que seas muy específico y que no olvides reforzar las conductas deseadas, verbalizando qué fue lo que hizo bien.

Según Kazdin, se busca crear hábitos y eliminar conductas indeseadas, pero a su vez mejoramos también las relaciones familiares.

Debes pensar qué esperas de tu hijo y expresarlo de manera positiva (en vez de decir “no dejes tus zapatos tirados”, lo planetarias así: “pon tus zapatos en el armario cuando llegas”).

Aunque te llevará bastante práctica aprender a remplazar los gritos por este método, valdrá la pena ya que la necesidad de gritar ira disminuyendo y la conducta de los chicos mejorará.

Economía de fichas

Es otra herramienta que, utilizada de manera correcta, puede ayudarte muchísimo.

Resumidamente, se trata de un cuadro donde incidimos nuevamente en especificar las conductas deseadas y el niño va ganando puntos que luego puede cambiar por cosas que le gustan (juguetes, lectura de cuentos, horas de internet, … todo depende de los intereses de tu hijo) cuando las realiza.

Etapas del desarrollo

Como ya hemos mencionado en ocasiones anteriores, es importante que los papás estudien sobre el desarrollo de los niños.

Qué es lo esperable sobre capacidades motoras, cognitivas, comunicativas y de control en cada edad.

A veces el problema está en las expectativas irreales de los cuidadores del niño.

Validar sus emociones

Identificar las emociones de nuestros pequeños y mostrar empatía con ellas, sin que esto signifique que les dejaremos hacer lo que quieren, es muy importante ya que les ayuda a aumentar su confianza en nosotros, sentirse menos aislados y aprender a experimentar y tolerar sus emociones como parte de la experiencia de vivir.

¿Cómo la practicamos?

  • Prestando atención, escuchando al otro, mirándolo a los ojos: escuchar lo que dice atentamente, observar sus gestos, su tono de voz, su postura corporal; estar atento a lo que el otro expresa sin pensar en la respuesta que darás.
  • Aceptando con mente abierta la experiencia emocional del otro: cualquiera que sea la emoción que está sintiendo, es su emoción, y puede incluso ser dolorosa, pero eso es parte de la condición humana. Es importante hacer lugar a todas las emociones, todas tienen un sentido.
  • Identificar las emociones del otro y dar una respuesta empática sin aconsejar: aconsejar implica que algo de la situación debe cambiar, muestra que nos cuesta tolerar la presencia de la experiencia emocional. Si la otra persona no ha pedido consejo, darlo puede resultar invalidante ya que puede dejar ver que consideramos que el otro no sabe cómo resolver sus problemas.
  • Ofrecer compañía: Ofrece al niño permanecer a su lado durante la experiencia emocional; si no estás seguro de que eso es lo que el otro desea puedes preguntar si desea estar solo, si quiere hablar sobre eso o si hay algo puntual que puedas hacer en ese momento. Es importante no emitir juicios ni valoraciones en esos momentos y estar dispuesto a dar no lo que uno cree que es mejor sino lo que es mejor desde la perspectiva del otro.

Qué hacer cuando aparece la conducta no deseada

Si no representa ningún peligro, ignórala.

Tu atención tiene mucho poder para reforzar conductas (tanto deseadas como no deseadas).

Si ignoras éstas últimas (excepto que sean peligrosas, como salir corriendo por el estacionamiento o meter los dedos en el enchufe), pero le das atención, cariño y elogios cuando hace lo que le dijiste que esperabas de él/ella, aprenderán que comportarse de manera adecuada es un mejor método para conseguir tu atención.

Hay suficiente evidencia científica en contra del castigo físico y los gritos.

Como hemos visto, no solo son dañinos si no que, a largo plazo, no sirven para nada bueno. Sabemos que no es fácil sacarse esa costumbre de reaccionar así ante las malas conductas de los niños, pero esperamos haberte interesado en otros métodos de disciplina que son eficaces y no perjudicarán a tu hijo/a.

Tuneado de artículo publicado en www.psyciencia.com
Autor: Alejandro Alonso