Localizado el emplazamiento de la felicidad en el cerebro

La Universidad de Kioto ha conseguido localizar el emplazamiento de la felicidad en el entorno de la, cada vez menos, caja negra que es nuestro cerebro.

Bajo la máxima de que todo está en el cerebro, en la hipótesis de que existen áreas cerebrales dedicadas, y de que los neurotransmisores van combinándose y actuando de diferentes formas para provocar una determinada reacción, los investigadores de la citada Universidad aplicando técnicas de neuroimagen, han llegado a conclusiones reveladoras.

Descubierta la fuente de la Felicidad en el cerebro

Wataru Sato y su equipo, trabajando en este proyecto en el seno de la conocida Universidad japonesa, llegan a la conclusión de que la felicidad es el resultado de una combinación de emociones y satisfacción con la vida que confluyen activando el Núcleo Precuneus, una región del cerebro localizada en el lóbulo parietal medial.

No resulta esta la primera vez que se localiza el reflejo de una emoción en la activación cerebral. Ya con anterioridad, se llegó a determinar que una emoción tan compleja como el amor aparecía como la resultante de una enrevesada combinación de hormonas y neurotransmisores que tiene lugar en el cerebro como teatro de operaciones. Los investigadores concluyen que las personas sienten las emociones de formas muy variadas. Por ejemplo, la felicidad que se experimenta ante los elogios recibidos resulta más intensa en unos individuos que en otros; no obstante, la combinación de este tipo de factores emocionales, junto a la satisfacción en general con la vida, contribuye a la experiencia subjetiva que hemos convenido en denominar FELICIDAD.

Un escáner cerebral determina la ubicación de la felicidad en el cerebro

En este proyecto de investigación, el equipo del Dr. Sato, utilizó técnicas de imagen denominadas de Resonancia Magnética, junto con la realización de una encuesta que sondeaba la experiencia subjetiva de los participantes en aspectos como su felicidad general, la intensidad con la que sienten las emociones, y su satisfacción general con la vida.

El análisis correlacionado de las encuestas y de las pruebas de imagen permitió llegar a una primea conclusión principal: aquellos que obtuvieron calificaciones más altas en las encuestas de felicidad tenían mayor cantidad de materia gris en el Núcleo Precuneus; es decir, aquellos que sentían la felicidad de manera más intensa (y la tristeza menos intensa), con mayor capacidad para encontrar sentido a la vida, tenían un Núcleo Precuneus más grande.

Ya en estudios anteriores realizados por el mismo equipo de investigación, según manifiesta el Dr. Sato, se había demostrado que la meditación aumenta la masa de materia gris del Núcleo Precuneus.

Como consecuencia, y sabiendo que, a mayor cantidad de materia gris en esta estructura, mayor es la intensidad de la sensación subjetiva de felicidad sentida por el individuo, está al alcance de los laboratorios la posibilidad de desarrollar tratamientos o programas científicos con el fin de contribuir a aumentar la felicidad de los individuos.

Sin ninguna duda nos encontramos ante una ventana abierta hacia horizontes de futuras investigaciones de indudable interés para la humanidad.


Un hombre que trabaja con sus manos es un trabajador;
un hombre que trabaja con sus manos y su cerebro es un artesano;
pero un hombre que trabaja con sus manos y su cerebro y su corazón es un artista”
Louis Nizer