Lo que mueve tu vida

Analiza ¿Qué es lo que te mueve? ¿Qué es lo que te hace levantar de la cama cada mañana y encarar el día con un estado de ánimo concreto?

Es alegría, entusiasmo, te sientes lleno de energía, te sientes uno con el mundo y ganas de hacer un buen trabajo o, por el contrario, te sientes pesimista, te pesa la responsabilidad, te ves aislado y sin ánimo y el futuro es un muro de hormigón insoldable e insalvable.

¿Qué es aquello que te impulsa y te motiva a encarar tus actividades diarias?

Piensa y se sincero contigo mismo ¿Qué estás haciendo con tu vida?

¿Has pensado cómo será tu vida dentro de 10, 20, 30 años?

¿Dónde te sitúas mentalmente cuándo tengas 40, 50, 60, ... años?

Tenemos toda una batería de preguntas trascendentales que respondernos y que van a poner a prueba el conocimiento que tenemos sobre nosotros mismos (autoconocimiento) y la valoración que hacemos, consciente y/o inconsciente, de nuestro desempeño (autoevaluación).

Investiga tus preguntas fundamentales

A título de ejemplo:

¿Estoy recorriendo mi camino armonizando mis objetivos y mis valores personales? ¿Soy coherente entre lo que hago y lo que pienso?

¿Tengo claramente definidos mis objetivos vitales? O lo que es lo mismo ¿Tengo un propósito de vida bien establecido y mis acciones diarias se alinean con él?

Es evidente que cada uno de nosotros tendrá una respuesta para cada una de esas preguntas. Para algunas personas esas respuestas se habrán establecido de forma conscientes y estarán bien definidos.

En otros casos, las respuestas no serán evidentes y se habrán establecido de forma inconsciente, probablemente su definición no será tan concreta como sería deseable.

Siempre podemos encontrarnos con personas que no se hayan planteado estas preguntas o que sus preguntas fundamentales respondan a otra óptica vital.

Sea como sea, cada individuo tiene su set personal de cuestiones que orientan su acción diaria con una visión más orientada a corto, medio o largo plazo.

Este ejercicio de interrogarnos sobre nuestra brújula supone el combustible de nuestro motor, es la dirección que tenemos programada en nuestro GPS interior.

Si no hemos programado ninguna dirección, caminamos desnortados. Si la dirección está obsoleta, nuestro camino será errático-

Descubre tus respuestas fundamentales

Nos guste o no vivimos inmersos en una sociedad que favorece un estilo de vida concreto: miopía, cortoplacismo, despilfarro, consumismo, … pero que también presta cobijo a la solidaridad, altruismo, cooperación, responsabilidad, …

Como seres humanos, gozamos de una capacidad inusitada de generar rutinas diarias a las que nos adaptamos. La cuestión es si estas rutinas se alinean, se armonizan con nuestros valores personales conscientemente definidos y adoptados.

La noticia desalentadora es que gran mayoría de nosotros no tenemos metas ni objetivos claramente formulados.

Preferimos la seguridad y el confort de una rutina que nos evite sorpresas desagradables, aunque eso implique renunciar a contar con objetivos vitales enriquecedores y desafiantes.

La vida en sociedad en general no tiene porque estar orientada a satisfacer las respuestas a tus preguntas fundamentales. Su objetivo es asegurar la supervivencia del grupo, en ningún caso identificar tus objetivos vitales y menos ayudarte a conseguirlos.

Tenemos entonces dos objetivos fundamentales, dejar de ser zombis andantes sin GPS bien programado y sentirnos con fuerza suficiente como para imponernos a las cadenas de esta sociedad exigente y tener criterio para alinearnos con el estilo de sociedad con el que respiramos al unísono.

Que se puede

Si tu caso se corresponde con la de ese pequeño grupo de personas que tienen sus respuestas claras y bien definidas, tienes mi mayor reconocimiento.

Te conoces, sabes dónde estás y sabes a dónde te diriges, has formulado con detalle lo que quieres, lo que valoras, conoces tus capacidades y como mejorarlas y has colocado tu vida en perspectiva.

Puedes estar muy orgulloso de ser el protagonista de tu propia vida.

Si, por el contrario, tienes formuladas tus preguntas vitales, pero aún no has encontrado las respuestas o no te lo habías cuestionado hasta ahora, no debes preocuparte o sentirte mal por ello.

Lo importante es que estás leyendo esto y espero que te haya ayudado a tomar consciencia de la situación. ¡Enhorabuena! Has dado tu primer paso.

¿Qué me mueve en la vida?

Aunque tu todavía no lo sepas, ya hay algo que te está moviendo.

Comes, bebes, respiras, …

Sin embargo, necesitas llenar tu depósito con el combustible adecuado que genere la energía motriz de cada día, porque de no ser así, no se vive, se vegeta, y de esa forma, malgastando tus oportunidades, estás desperdiciando tu tiempo y tu potencial talento en actividades sin orientación y sin sentido.

Si has llegado hasta aquí, supongo que ya serás un convencido de que hay que contar con unos objetivos vitales flexibles, aunque suficientemente bien definidos que nos faculten para programar nuestro GPS, para ponernos a la tarea de descubrir nuestras respuestas fundamentales.

Dotar de claridad, propósito y sentido a lo que hacemos, porque son los pilares sobre los cuales se sostiene la realización, éxito, y felicidad personal.

Cuando tengas tus respuestas correctas le encontrarás el sentido a todo

Empezarás cada día con el entusiasmo y las ganas de hacer las cosas bien, con una energía brillante y alegría contagiosa.

Si ya sientes algo así al iniciar tus días, entonces estoy seguro que conoces tus respuestas fundamentales.

Pero si todavía eres de aquellas personas que les cuesta levantarte de la cama por la mañana, camastrones, debo decirte que tienes un trabajo de expansión y crecimiento personal por afrontar.

La noticia positiva es que ahora que eres consciente de tu situación seguro que no vas a dejar que pase el tren de la oportunidad de ponerte a la faena. Es vía única. No hay marcha atrás. Descubre tus respuestas fundamentales