Y lo creas o no, al despojarte de tus vestimentas de abrigo, vas a dejar al descubierto no solo tu piel, sino también tu estado de ánimo y tus emociones predominantes.
Te explico cómo.
La piel es el órgano de mayor volumen en el cuerpo humano, también llamada “sistema tegumentario”, tiene como función aislar y proteger al organismo interno de diferentes agresiones externas, seleccionando qué es dañino para el organismo interno y qué es beneficioso.
Los distintos órganos de nuestro cuerpo se rigen por una serie de procesos fisiológicos que pueden variar cuando estamos pasando por cambios en nuestro estado de ánimo.
Por extraño que parezca, el estado de ánimo y las emociones no son precisamente lo mismo, ya que el estado de ánimo suele ser de menor intensidad con sensaciones un poco más difusas que las emociones, además el estado de ánimo por lo general tiene una duración más prolongada que las emociones.
Estados anímicos que pueden afectar tu piel
Bajo los distintos estados de ánimo que podemos llegar a presentar, se ven afectados directamente los órganos internos, los nervios, la circulación sanguínea, la segregación de hormonas y, en consecuencia, nuestra piel, con manifestaciones como pérdida de brillo, nuevas líneas de expresión y arrugas, cambio de semblante, urticaria, acné, sudoración excesiva, resequedad o aumento de la grasa sebácea natural en la piel, alergias, entre otras.A continuación, puedes encontrar los distintos estados de ánimo que pueden perjudicar el bienestar de tu piel:
Estrés
Es un estado de cansancio mental, un sentimiento de tensión o presión, causado por una reacción involuntaria del cuerpo para hacer frente a una situación exigente en la vida diaria de cada persona.El estrés causa múltiples cambios en el funcionamiento normal de nuestro organismo, como puede ser: Caída o pérdida del cabello, obesidad o adelgazamiento descontrolado, depresión, falta de sueño, padecimientos cardíacos, ulceras o problemas hepáticos y estomacales.
Además, cuando el estrés supera los límites fisiológicos puede llegar a presentarse como una patología.
Consecuencias del estrés en la piel
Una de las maneras más viables que encuentra el estrés para representarse, es en la apariencia de nuestra piel. Si bien, no tardaremos mucho tiempo en notar esos cambios cuando estemos manejando altos niveles de estrés, entre las reacciones del estrés en la piel podemos encontrar:- Arrugas y líneas de expresión Aunque no lo creas, el estrés causa enormes arrugas por las constantes expresiones que hacemos al encontrarnos bajo esta situación. Fruncir el ceño es la expresión más común cuando nos encontramos estresados y así mismo, es la arruga más habitual en el rostro de muchas personas.
- Piel opaca Quizás habrás notado que cuando estás de vacaciones luces mejor que nunca, esto gracias a tu descanso y relajación tanto física como mentalmente, pero de lo contrario cuando nos encontramos bajo situaciones tensas, nuestra piel pierde gran parte de su brillo, tornándose de un color muy opaco y pálido en algunos casos.
- Acné La producción de cortisona se ve incrementada cuando estamos bajo situaciones estresantes, esto causa un incremento de grasas corporales; por su parte, las glándulas sebáceas comienzan a producir mucho más sebo para la piel, sobre todo del rostro, y en conjunto todo esto causa la rápida producción de granos y espinillas en la piel.
- Caída grave del cabello En pequeñas partes del cuero cabelludo se puede caer totalmente el pelo, también es llamado alopecia o calvicie. Afecta normalmente a los hombres y en menores casos a mujeres (normalmente mayores de 40 años), el estrés es el principal causante de esta terrible enfermedad.
Depresión o tristeza
Este estado de ánimo depresivo es muy común cuando estamos atravesando por situaciones difíciles en nuestras vidas y trae consigo distintos cambios y alteraciones en nuestro equilibrio emocional.La tristeza afecta directamente órganos vitales como el corazón y el cerebro, además causa trastornos de sueño, confusión, adicción a antidepresivos, soledad, entre otras.
El estado de ánimo depresivo en una persona puede llegar a ocasionar muchos problemas en la piel, incluyendo un cambio drástico en la apariencia y el bienestar.
Entre algunas de sus consecuencias en la piel encontramos:
- Ojera Este es uno de los terribles problemas que surgen en la piel al sufrir de tristeza, ya que a casusa de los trastornos de sueño que pueden presentarse, las ojeras serán mucho más notorias cada vez. Las ojeras son una coloración, un poco más oscura que nuestra piel, por debajo de los ojos y en este caso también puede presentarse en tonos rojizos o morados. Las ojeras corresponden un problema muy común, pero en las personas con estados anímicos depresivos suele ser más sobresaliente.
- Opacidad o color grisáceo en la piel Cuando nos encontramos desanimados, automáticamente nuestra piel cambia el tono y comenzamos a adoptar una tonalidad de piel un poco más opaca. Un estudio ha demostrado que el 85% de las afecciones de la piel tienen origen psicosomático, en base a esto, la tristeza afecta la coloración normal de la piel, causando un aspecto descuidado y avejentado.
Miedo o inseguridad
Este es el sentimiento que nos invade cuando estamos pasando por una situación de peligro, donde se libera adrenalina la cual ralentiza y reduce la circulación de la sangre.Es natural tener miedo en algunas ocasiones, pero debemos tratar de tranquilizarnos y respirar profundo ante la situación.
El miedo en la piel tiene reacciones negativas como:
- Palidez Por el decaimiento en la rapidez de nuestra circulación natural, podemos presentar síntomas como labios descoloridos, ojos hundidos, ojeras más pronunciadas y una tonalidad de piel más blanquecina de lo común.
- Pelos de punta o piloerección Cuando tenemos miedo, estamos emocionados, enamorados, tenemos frío o experimentamos una nueva sensación, los diminutos músculos que están en la base capilar se contraen y lograr que cada uno de los pequeños vellos que recubren la piel se levanten, causando una sensación un poco incomoda en el resto del cuerpo.
Irritabilidad o molestia frecuente
Durante el transcurso del día podemos experimentar situaciones en las cuales nos sintamos irritados o molestos por alguna razón en específico, esto es un estado mental desagradable que causa reacciones negativas en distintas partes de nuestro cuerpo, como pueden ser: Desarrollo de patologías cardíacas, envejecimiento prematuro, crecimiento de canas, deterioro en las paredes arteriales, caída del cabello, dolor constante de cabeza o mayor vulnerabilidad a distintas enfermedades. Estar enojados es un estado de ánimo pasajero y no debe convertirse en un hábito, sino queremos correr el riesgo de provocar reacciones que tienen efecto sobre la piel, como pueden ser:- Enrojecimiento en el rostro y otras zonas del cuerpo Cuando nos enojamos, nuestro sistema circulatorio se activa y empieza a funcionar mucho más rápido, esto causa una coloración roja en el tono normal de nuestra piel, así como también, puede causar picores momentáneos y distintas lesiones a partir de esto.
- Dermatitis atópica Es una patología que causa inflamación y comezón en la piel, además de sequedad y lesiones graves, esto puede ser causado por tensiones emocionales, el clima e incluso alergias a algunas comidas. En el caso del enojo o la molestia, ocurre cuando la persona ha pasado durante mucho tiempo distintos períodos de enojo, hasta llegar a experimentar reacciones graves como patologías cardíacas, caída de cabello y dermatitis atópica.
- Caída del cabello o aparición de canas La alopecia o la aparición de canas son comunes en las personas mayores, pero en algunos casos pueden darse precozmente cuando se trata de personas que siempre permanecen enojadas o manejan altos niveles de molestia a diario.
- Líneas de expresión Pasa exactamente igual que con el estrés, al fruncir el ceño y hacer diferentes expresiones faciales permanentes, la piel se arruga y formará nuevas líneas de expresión.
Estados anímicos que pueden beneficiar tu piel
Así como los estados de ánimo negativos afectan directamente el estado de la piel, los estados anímicos positivos, de calma y felicidad influyen con distintos beneficios para la piel.Dependiendo de qué estado de ánimo experimentemos, habrá distintas ventajas de las cuales quizás no sepamos aún.
Felicidad
Bajo este sentimiento liberamos 3 hormonas principales como lo son la serotonina, la endorfina y la dopamina, que en conjunto causan distintas reacciones favorables para la piel y el resto del cuerpo, como pueden ser: Estado de bienestar, retraso del envejecimiento, mejora del humor, reducción de la posibilidad de sufrir algunas enfermedades cardíacas o la regulación del sueño.¿Y en la piel?
Al sentirnos felices, automáticamente luciremos más radiantes, a su vez la piel empieza a mejorar la producción de distintos factores que colaboran con la hidratación y nutrición.
Además, la segregación de estas hormonas ayuda directamente al sistema inmunológico con sus distintas funciones, es así como aleja de principio a fin, enfermedades como dermatitis, urticaria, abscesos o celulitis, entre otras.
Energía y calma
Al estar concentrados y manteniendo nuestra mente ocupada en actividades productivas, nos sentiremos seguros, contentos, tranquilos e incluso sociables, con ánimo de crear nuevas relaciones. Esta energía tiene consecuencias muy positivas en la piel, como lo son:
- Reducción de ojeras
- Mejillas rojas naturales
- Mayor producción de colágeno, lo que reduce las posibilidades de sufrir arrugas o líneas de expresión
- Piel tersa
Por estas razones, debemos permanecer de buen ánimo la mayor parte de nuestro tiempo, ya que las reacciones negativas afectan de manera directa a la piel y el resto del organismo.
Ya sabes, si quieres lucir palmito este verano y no sabes que ponerte, ¡¡ponte contento!!