La vida y sus cuentas

¿Qué es la vida?

Cronológicamente, la suma de los millones de segundos desde el primero en que fuimos concebidos hasta cuando damos el último respiro, nuestro corazón deja de latir y los parámetros cerebrales se apagan…

Pero también, la vida es la suma de muchos acontecimientos y circunstancias, la mayor parte de ellos agradables y planificados y otros menos agradables que no deseábamos y nos sorprenden, pero que, con inteligencia, dedicación, buen humor, ilusiones, resiliencia y sin perder de vista la consecución de nuestros objetivos, seguimos consiguiéndolos a lo largo de nuestro tiempo y disfrutando las satisfacciones de continuar viviendo.

En otras palabras, la suma de los éxitos, fracasos, momentos felices, los buenos, los malos, los muy malos, los tiempos de salud, de enfermedad, de sosiego, los inolvidables y principalmente los que faltan por venir…

Y si lo vemos desde las relaciones, son las vivencias y aventuras con las muchas personas que convivimos dentro y fuera de nuestra familia, desde el nacimiento, niñez, juventud, adultez y los años que vienen, la suma de la gente que aporta conocimientos, da y recibe cariño, protección y compañía.

Y las cuentas de la vida son los años que hemos vivido desde que nacimos y, principalmente, los que nos faltan por vivir.

Lo dice la experiencia

Le preguntaron a una persona mayor que cuántos años tenía…

Respondió: “Unos quince”.

Como por su aspecto parecía de ochenta y cinco, el interlocutor insistió y recibió como respuesta: “Quince años son los que tengo, los que me falta por vivir… ¡Los otros ya no los tengo, son pasado!

La gente orientada al pasado cuenta más los años que vivió…

Los que miramos hacia el futuro confiamos en los muchos que faltan por venir…

La importancia de vivir el presente

Otra característica es que aquéllos que piensan que el pasado fue mejor y se quedaron aferrados a los momentos felices o infelices, que les generan ruido en las vivencias del presente y frenan sus ilusiones…

Los más realistas, como me gusta ser, pensamos que el mejor tiempo es el presente, lo disfrutamos lo mejor que podemos y nos preparamos para un mejor futuro, tenemos ilusiones, proyectos y los vamos desarrollando poco a poco y continuamos tirando de nuestras ilusiones, sueños y proyectos, a pesar de la situación nacional tensa y sin una clara definición.

Liberarse es la vía para salirse del pasado, disfrutar del presente, ser más auténtico y feliz en la siguiente fase de la vida…

Liberación a los cincuenta y cinco —si puede antes, mejor, y si ya los pasaste, con más razón— es un proceso activo, mental y físico, en el que aplicando el análisis lógico e inventariando las virtudes y menos virtudes, las potencialidades, habilidades y la experiencia, podemos cambiar los hábitos y conformar un trampolín, para dar un salto cualitativo, sacando de la mochila que todos llevamos lo que algún día pusimos o nos pusieron en ella, pero que ya no aporta nada y frenan la felicidad.

Es un proceso que alarga las cuentas de la vida, sumando a los años vividos los que faltan por vivir.

Salud y longevidad

Ahora la neurociencia nos demuestra que un cerebro descontaminado y sano organiza mejor todas las funciones vitales, se crean las hormonas convenientes, se disfruta más de cada minuto y, si duerme tranquilo, durante el descanso el cerebro ordena la información y desecha la que no sirve.

Los adelantos en los próximos años en la medicina y la alimentación podrán alargar la vida a ciento veinte años…

Así, en las cuentas de mi vida, esta semana contabilicé cronológicamente un año más y proyecté treinta como los que me faltan por vivir.

Poner conciencia al momento presente es la clave.

Tuneado de la entrada publicada en pedroroque@metodopr.com

Ingeniero y consultor