Por eso algunos científicos se han preguntado por qué aparece, o si hay nuevas formas de atajarla.
Un nuevo estudio publicado en “Personality and Social Psychology Bulletin”, y realizado por el equipo de John y Stephanie Cacioppo, investigadores en la Universidad de Chicago, ha concluido que la soledad favorece los comportamientos egoístas, y que estos, a su vez, aumentan la sensación de soledad.
Esto apoya la idea de que la soledad tiene una función evolutiva, la de alertar de la necesidad de cuidar las relaciones sociales, pero que este mecanismo puede bloquearse y llegar a resultar dañino.
«Si te vuelves más egoísta, corres el riesgo de quedarte encerrado en una sensación de aislamiento social», ha explicado en un comunicado John Cacioppo, el líder de una investigación que ha llegado a estas conclusiones después de recoger datos de una muestra aleatoria de 229 personas, de 50 a 68 años de edad, durante 11 años.
Estos investigadores propusieron en 2006 que la soledad cumple con una función evolutiva.
Al igual que el dolor físico alerta de que es necesario reposar y «hacer reparaciones», por ejemplo, porque hemos sufrido una lesión o una herida, Cacioppo propuso que la soledad es la alarma con la que el cuerpo nos avisa de que es necesario «reparar» las relaciones sociales.
«Los humanos se han convertido en una especie tan poderosa en gran parte gracias a la ayuda y la protección que se dan los individuos, y también gracias a cambios en el cerebro que han sido útiles en interacciones sociales», ha dicho John Cacioppo.
De ahí la utilidad de contar con una alarma, la de la soledad, para no descuidar las relaciones sociales.
Sin embargo, hay un problema: «Esta respuesta adaptativa pude haber facilitado la supervivencia de las personas en tiempos antiguos, pero en la sociedad contemporánea dificulta la capacidad de las personas de dejar atrás estos sentimientos de soledad», ha dicho John Cacioppo.
¿Por qué?
Porque si no se experimenta esa sensación de cooperación y cuidados mutuos de forma rutinaria, las personas pueden tender a centrarse en los intereses y el bienestar propios.
Esto a su vez aumenta la percepción de la soledad y alimenta las tendencias egoístas.
«Los humanos hacen más juntos que simplemente sumando lo que hacen por separados. La soledad debilita esta visión y hace que te centres en tus propios intereses a expensas de los del resto», ha explicado Stephanie Cacioppo.
Este egoísmo puede resultar protector en un principio, pero dañino a largo plazo.
El motivo es que se retroalimenta a sí mismo, al generar una mayor sensación de soledad, al mismo tiempo que esta está vinculada con problemas de salud.
Ahora que sabemos que la soledad daña y contribuye a la miseria y a problemas de salud, ¿cómo reducimos la soledad?
Es importante resaltar que no es lo mismo estar solo que sentirse solo. Algunas personas pueden estar solas sin tener sentimientos negativos hacia ello.
La soledad implica estar solo (o no) y sentirse triste o deprimido por ello.
Circunstancias como divorcio, fallecimiento de un ser querido o cambio de residencia a otra ciudad, tienen como consecuencia la desaparición en nuestra vida de alguien a quien hemos amado o que ocupaba un espacio muy importante en nuestra cotidianidad. En estos casos es común que nos invada particular sensación de soledad y vacío que nos sume en tristeza y desesperanza, pues hemos perdido a alguien que antes nos apoyaba para afrontar la vida.
Hay que decir que somos seres sociales que requerimos de los demás para hacernos a nosotros mismos, y no sólo para cubrir nuestras necesidades de afecto y desarrollo personal, sino también para afianzar y revalidar nuestra autoestima, ya que ésta se genera cada día en la interrelación con las personas que nos rodean.
La pérdida es irremplazable, pero no debe ser irreparable. Los psicólogos explican que es imposible llenar este tipo de "huecos" o "siluetas" que deja la ausencia de alguien, pero también que, si nos permitimos sentir la tristeza y nos proponemos superarla en base a confianza hacia nosotros mismos, podremos reunir fuerzas para establecer nuevas relaciones que cubran, al menos parcialmente, ese déficit de amor que se padece.
Los seres humanos debemos cobrar conciencia sobre el hecho fundamental de que la vida se encuentra en constante cambio, y que se debe procurar que la carencia de una persona no tiene por qué convertirse en una falta general de relaciones.
Ya que la soledad es innegable y será experimentada por todo ser humano, porque en algún momento se tendrá la sensación de que "algo falta", es posible llevar a cabo algunas medidas para mejorar el estado anímico
Reconoce tus sentimientos y exprésalos
El primer paso para sobrellevar el sentimiento de soledad, es reconocer y aceptar este sentimiento.
Para algunas personas puede ser difícil admitirlo, aunque es necesario expresarte para liberarte emocionalmente y hay varias opciones para hacerlo:
- Puedes simplemente escribir un diario sobre cómo te sientes
- Redactar una carta imaginaria a un amigo
- Expresarte a través de un dibujo o una pintura
- Escribir una canción o simplemente contarle lo que te sucede a alguien, puede ser un familiar o un amigo cercano.
Evita encerrarte en ti mismo
Cuando tengas una fuerte sensación de soledad, lo mejor es buscar apoyo social, ya sea de personas conocidas o de nuevas amistades.
El miedo al rechazo es muchas veces lo que puede frenarte al momento de entablar nuevas amistades o relaciones amorosas.
Debes dejar de lado ese miedo, considera que no hay nada que perder y mucho que puedes ganar alejando la soledad que te hace sentir tan mal.
Toma una actitud más activa
La soledad es un estado pasivo. Es decir, continuarás sintiéndote solo o sola si no haces nada al respecto.
Muchas personas esperan a que este sentimiento mágicamente desaparezca en algún momento, pero si no cambian su actitud, la soledad los embragará por completo.
Es más, algunas personas abrazan la soledad y no la dejan ir. Incorporar la soledad como algo propio y sumergirse en los sentimientos que provoca lleva a una sensación de depresión e impotencia que sólo conduce a una actitud aún más pasiva y deprimida.
Entonces, uno de los primeros pasos a seguir es tener una actitud más activa para combatir la soledad. Si estás extrañando a algún familiar, llámalo por teléfono, escríbele o visítalo.
Si te sientes solo por alguien que ha muerto, expresar el dolor que sientes por la pérdida y recordar los momentos felices que compartisteis juntos, sabiendo que esos recuerdos siempre te acompañarán, puede alejar los sentimientos de soledad.
Realiza actividades recreativas
Concurre a una clase de danza, canto o taller literario, o cualquier otra actividad que te guste. Únete a un club de viajes, a un grupo de coleccionistas o de personas que realizan un deporte que te agrade.
Realizar una actividad recreativa tiene muchos beneficios:
- En primer lugar, aleja tu mente de los sentimientos de soledad
- Estarás realizando una actividad que disfrutas.
- Tu estado de ánimo mejorará
- El deporte o actividad física tiene otros beneficios: controlar el peso, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, fortalece huesos y músculos, reduce el riesgo de algunos cánceres…
- Conocerás personas nuevas que comparten tus mismos intereses.
Los sentimientos de bienestar pueden aparecer rápidamente en algunos casos, pero en otras personas, sentirse mejor lleva más tiempo. Solo tienes que perseverar.
No faltes a las reuniones a las que te inviten
Tal vez al comienzo tengas que obligarte a hacerlo, pero no dejes de concurrir a todas las reuniones a las que te inviten.
Son oportunidades para vivir nuevas experiencias, conocer nuevas personas y para no sentirte solo.
También puedes tomar la iniciativa y organizar tú mismo/a una reunión o una salida.
Es posible que las primeras veces no te sientas del todo cómodo/a, pero tienes que perseverar. Con el tiempo, verás los resultados.
Para salir de la soledad rápidamente, lo mejor es dejar que la curiosidad te aleje de los sentimientos dolorosos y te permita acercarte a todo tipo de personas.
Ser amable es una clave importante
La amabilidad puede llevarte muy lejos. Nadie es instintivamente amable con personas extrañas o que causan un poco de miedo, aunque es una elección que tú puedes hacer.
Se amable y generoso de espíritu con todo el mundo, porque es una apuesta ganadora a largo plazo.
Ser agresivo o tacaño con las personas que no conoces puede formarte una reputación negativa.
Lo que debes hacer es todo lo contrario: tener una buena actitud frente a los demás, pues de esta manera podrás ganar nuevos amigos y derrotar la soledad que te embarga.
Utiliza moderadamente las redes sociales
Ciertos estudios demuestran que el solo hecho de utilizar un ordenador, un móvil o una tableta para entrar en internet y contactar otras personas en redes sociales o simplemente para buscar información como entretenimiento, puede ayudar a reducir la sensación de soledad.
Piensa en que hay miles de personas que se sienten igual que tú y que esperan encontrar a alguien para charlar, aunque sea a través de internet, para alejar los sentimientos negativos.
Por supuesto, al conocer personas a través de internet debes tomar ciertas precauciones.
Transfórmate en voluntario
El trabajo voluntario puede tener el mismo efecto que cualquier otra actividad recreativa. También implica encontrarte con otras personas, formar parte de un grupo, vivir nuevas experiencias y además, también brinda el beneficio del altruismo.
El voluntariado puede darle un nuevo sentido a tu vida, puede traer nuevas satisfacciones y hacer que te sientas feliz.
Además, el hecho de ayudar a otros y hacer cosas por los demás activa la mente y el corazón, además de estar en compañía. Centrarte en los sentimientos y necesidades de los demás te ayudará a dejar de pensar en tu soledad y desesperanza.
Consigue una mascota
Las mascotas no opinan, no critican y brindan compañía incondicional, especialmente los perros y los gatos.
Imagina esta situación. No has tenido un buen día, estás de mal humor, a punto de descargarte con la primera persona que se cruce en tu camino. Pero cuando llegas a tu casa, tu perro ladra y mueve la cola, alegre por tu llegada, tratando de captar tu atención. Entonces sonríes y le haces unos mimos.
Te ha cambiado el humor y ya no te sientes tan solo/a. Y si recoges un perro de la calle, entonces estarás obteniendo dos beneficios: el altruismo y la compañía, dos potentes factores para combatir la soledad.
Además, tener una mascota también puede ayudarte a conocer otras personas: cuando sacas a pasear al perro puedes encontrarte con otras personas haciendo lo mismo, por ejemplo.
Terapia cognitiva conductual
Las investigaciones demuestran que la soledad y la depresión pueden actuar retroalimentándose y causar una profunda sensación de malestar.
Es como un círculo vicioso: te sientes solo/a, te deprimes, y entonces te sientes más solo/a y más deprimido/a.
Además, muchas personas en esta situación continúan sintiéndose solas a pesar de estar rodeadas de gente.
En estos casos, simplemente realizar actividades y conocer otras personas no es suficiente y es necesario tomar otras medidas, como la terapia psicológica cognitiva-conductual.
Esta terapia está orientada a cambiar los hábitos en los pensamientos y actitudes de las personas que se sienten solas para revertir su situación.
La sensación de soledad puede ser una situación momentánea e incluso puede brindarte un espacio para la reflexión y para conocerte mejor, pero recuerda: eres tú quien debe buscar el camino para alejar la soledad.
Y si no puedes combatirla por ti mismo/a, buscar ayuda profesional siempre es buena idea.