La motivación por el trabajo (2de2)

Ayer introdujimos el tema de la motivación en el trabajo tratada desde la óptica de la persona trabajadora, resaltando como fundamental para conseguir mantener viva la llama, ante un desánimo puntual, tener claro el propósito, nuestra razón de ser en la vida y alinear este objetivo con nuestra tarea en el día a día.

La entrega de hoy intentará completar la aproximación al fenómeno de la motivación en el trabajo con la visión que se debe aportar por parte de la organización en cuyo seno y para cuyo beneficio se desarrolla dicho trabajo.

Formas de motivar a tu equipo de trabajo

Está comprobado que los trabajadores motivados (motivación intrínseca) son mucho más productivos que quienes trabajan solo por necesidad (motivación extrínseca). Son capaces de aprovechar mejor el tiempo y los recursos, y consigues alcanzar los objetivos de empresa con mayor eficacia.

Por eso es tan importante conseguir mantener siempre motivados a tus empleados cuidando tanto de ellos como personas y profesionales, como de todos los problemas que puedan interferir en su desarrollo y progreso laboral:

Craso error si la empresa piensa que los bonus, los incentivos económicos, son la única forma de motivar a los empleados.

Cuántas veces hemos sabido de amigos o conocidos que, teniendo buenos ingresos, han cambiado de empleo por motivos tan varios como: “el ambiente no era bueno”, “el proyecto no era motivante”, “el jefe no me entiende ni me apoya”.

El dinero tiene un efecto positivo sobre las personas, por supuesto que sí, pero ni mucho menos es el factor más importante de satisfacción y en ningún caso es el más motivador, por eso, si quieres contar con trabajadores motivados debes:

Cuidar el ambiente de trabajo

Luz natural, temperaturas agradables, mobiliario adecuado, instalaciones limpias, agradables a la vista, macetas con plantas, acceso de los empleados a un gimnasio, máquinas de vending con alimentos y bebida sanos, fruta fresca son muy valorados por los empleados.

No se requieren grandes inversiones, pero sí demostrar disposición a ofrecer estos detalles que hacen la diferencia entre un puesto de trabajo “aburrido” y uno agradable.

Si los trabajadores se sienten a gusto tanto con el lugar como con la gente que les rodea en el trabajo, estarán más motivados para seguir avanzando y alcanzar nuevos objetivos.

Incentivar a los trabajadores

Cuando tus empleados hagan algo bien, házselo saber. Felicita en público, reconviene en privado.

Pocas cosas motivan más que saber que tus superiores se sienten orgullos de tu trabajo y lo reconozcan ante tus colegas.

Debes incentivar el trabajo bien hecho tanto con palabras como con acciones para animar a los empleados a seguir en esa línea.

Reconoce públicamente la labor bien hecha con felicitaciones y recompensa a los trabajadores con incentivos.

Cuidar la comunicación

Para que un trabajador esté cómodo y motivado es fundamental que se sitúe dentro de la empresa, que sepa qué se espera de él, cuáles son sus tareas y cómo debe actuar en cada momento. Promueve el sentido de pertenencia.

Un trabajador que no sabe qué debe hacer ante una nueva situación es un trabajador inseguro y, por lo tanto, poco motivado.

Por eso es importante que te tomes un tiempo para hablar con cada uno de los trabajadores del equipo y explicarles bien sus tareas y resolver dudas.

Ser flexible

Cuanta más flexibilidad tengan tus trabajadores en su horario laboral, más motivados e implicados estarán con su vida laboral.

Que el trabajador sienta que la empresa conoce y entiende su situación personal, sea cual sea la de cada uno, le ayudará a sentirse más confiado en su trabajado y más comprendido por sus superiores.

Sentir que tiene la confianza ante la necesidad de pedir un cambio de turno por motivos personales o recuperar las horas en otro momento le ayudará a sentirse más a gusto, y por lo tanto más motivado y agradecido.

Favorecer la libertad de los empleados para aportar mejoras

Escucha a los empleados, déjales aportar ideas, mejoras, soluciones a las situaciones cotidianas.

No hay efecto motivador más potente que aquel resultante de sentirse escuchado y valorado.

Deja que los empleados se ganen el derecho de tener más y más responsabilidad de decisión en su ámbito de trabajo.

Corrígeles si yerran, pero deja que yerren. Valora las rectificaciones posteriores a un error y rodéate de gente capaz, capaz, sobre todo, de rectificar sus errores y aprender cada día.

Favorecer las relaciones interpersonales

El hombre es un ser social, necesitamos comunicarnos, estar en contacto con los de nuestra especie.

Preocúpate por crear un ambiente de buena relación entre empleados.

Invierte en actividades “extra-laborales”, si es posible, dentro del horario laboral

Una comida, un café con el equipo, una actividad al aire libre, son pequeñas cosas que contribuyen en buena medida a integrar al grupo.

Crea las condiciones de entorno laboral favorables y conseguirás que tus empleados se comprometan con tu proyecto empresarial.

9 reglas para fomentar la motivación

  1. Considerar la opinión de los empleados a través de encuestas que permitan obtener información útil y enfocada sobre las medidas a adoptar.
  2. Mantener una comunicación fluida entre quien dirige y quien ejecuta, dado que permite a la plantilla conocer qué están haciendo bien y qué podrían hacer mucho mejor.
  3. Mostrar interés por la forma en que los empleados realizan su trabajo. Una tarea especialmente sensible para los líderes que deben hacer "énfasis en el éxito de todo el equipo".
  4. Establecer metas realistas y que los empleados sientan que realmente pueden cumplir con las tareas asignadas. La plantilla debe conocer exactamente hacia qué objetivos debe enfocar su trabajo, qué es lo que se espera de ellos, qué deben realizar de manera específica y para qué cumplen con sus labores.
  5. Brindar la posibilidad de crecer profesionalmente, a través de una capacitación constante, estratificada por niveles de complejidad y enfocada hacia cada departamento de la empresa.
  6. Promover el trabajo en equipo y que en toda la plantilla prevalezca la buena comunicación y una sana convivencia. Para conseguirlo se deben planificar encuentros destinados exclusivamente al solaz y el recreo y que permita que los empleados logren establecer una buena conexión entre ellos mismos y una comunicación afectiva.
  7. Fomentar el equilibrio entre la vida laboral y la vida personal a través de la disposición de un horario flexible o la posibilidad de trabajar desde casa.
  8. Entender y aprovechar las fortalezas de cada trabajador. Cada uno debe ocupar la posición que le corresponde de acuerdo con el perfil y experiencia que tiene, así como sus habilidades.
  9. Facilitar los recursos necesarios. Los empleados deben tener todas las herramientas que necesiten para cumplir sus funciones.