No todas las sonrisas son iguales, Guillaume Duchenne fue el médico francés que en el siglo XIX estudió el tipo de sonrisa que produce estos beneficios, denominada en su honor “sonrisa Duchenne”, una sonrisa que involucra canales neurológicos relacionados con los centros emocionales del cerebro y la zona del córtex que regula los procesos intelectuales.
Prueba a elevar la comisura de tus labios abriendo levemente la boca de manera que asciendan tus mejillas, entrecierra un poco tus ojos y muestra ligeramente tus dientes. Mírate al espejo: esa es la “sonrisa Duchenne”, denominada también sonrisa genuina, que hará que te sientas a gusto y más inteligente.
¿Qué es la sonrisa?
La sonrisa es una mueca facial que esgrime todo rostro cuando algo le resulta simpático, alegre o divertido.
Es decir, que podría considerarse como el retrato de una emoción o un estado agradable que nos produce un bienestar transitorio.
La sonrisa tiene un componente físico que necesita poner en marcha un mecanismo compuesto por uno total de 26 de los 43 músculos situados en el rostro humano.
Si consideramos que enfadarse pone en marcha nada menos que 62 músculos (entran en juego otros más allá de los meramente faciales), se puede concluir que sonreír no es complicado o al menos requiere de menos energía que enfadarse.
Sin embargo, según ciertos estudios, los niños son capaces de sonreír 400 veces al día, pero este número va decreciendo casi de forma proporcional a la edad, de manera que los adultos como promedio solamente sonreímos 20 veces al día.
Mejora la salud
La sonrisa y su hermana mayor, la risa, liberan endorfinas, dopaminas, serotonina y adrenalina que contribuyen a reducir el dolor físico, emocional y mejorar la salud, porque activan el sistema neuroendocrino e inmunitario, elevan el número de leucocitos y favorecen la plasticidad cerebral.
Según numerosos estudios, los seres humanos tenemos como mínimo seis buenos motivos para sonreír cada día:
Las personas risueñas viven más, gozan de mejor salud, tienen mejores relaciones, son más atractivas, desarrollan su inteligencia y disfrutan de mayor equilibrio emocional,
Por su buen talante sonríen a menudo, incluso si no están en su mejor día, su sonrisa transmite afecto, confianza y aceptación.
La Organización Mundial de la Salud afirma que más del 90% de las enfermedades tiene un origen psicosomático; la manera en que cada uno se enfrenta a los conflictos, el estrés y las frustraciones puede favorecer, o no, el bienestar y la salud.
Las personas que más sonríen tienen menos posibilidades de padecer alzhéimer.
La sonrisa se asocia con la alegría, una emoción que se produce cuando vivimos el presente satisfechos con nosotros mismos y que nos abre las puertas de un futuro pleno de posibilidades.
Beneficios de la sonrisa
Nuestra sonrisa influye directamente en las actitudes de los demás y resulta contagiosa porque en el cerebro existe una neurona espejo que la reconoce y la practica.
Sin duda puede ayudarnos a superar la desesperanza, abrirnos puertas y mejorar, tanto nuestro bienestar físico y emocional como el ajeno, por su maravilloso efecto contagio.
Además, la sonrisa
- Es interpretada por el cerebro como un estado de alegría e incluso segrega sustancias, como la serotonina, que contagian el ambiente.
- Produce un estado de positivismo en tu entorno ya que, al ejercerla tu cerebro, además de enviar señales a tu propio organismo para orientar tu estado de ánimo hacia el optimismo, provoca el mismo efecto las personas que están a tu alrededor, sembrando un ambiente de confianza y cercanía social más alegre y distendido.
- Provoca en el cerebro humano que confié más en aquellas personas que son sonrientes. Esto se debe a que nuestra propia mente tiene tendencia a acercarse a aquellas personas que desprenden alegría, al considerar que son más amistosas.
- Es un hecho probado que, bajo condiciones de estrés, el ser humano reduce su visión periférica, minimizando en realidad su capacidad para encontrar soluciones. Sin embargo, el pensamiento abstracto es mucho más eficiente en este estado de ánimo bajo presión. Según algunos estudios, las personas sonrientes tienden a perder menos visión periférica frente a situaciones de estrés obteniendo mejores resultados en la resolución de problemas.
- La sonrisa libera serotonina y endorfinas, que son analgésicos naturales de nuestro organismo. Así mismo, está íntimamente relacionada con la reducción de hormonas que provocan estrés como la dopamina o la adrenalina. Es decir, que una sonrisa te permite vivir mejor, más alegre y feliz.
Rutinas diarias para potenciar tu sonrisa
Los expertos en medicina psicosomática afirman que la sonrisa reduce hasta un 60% el tiempo de recuperación de los pacientes porque activa la fuerza curativa del organismo.
Éstas son algunas píldoras para la sonrisa:
- El espejo es tu amigo: Por la mañana cuando te levantes sonríete en el espejo y antes de acostarte date las buenas noches con un guiño y una sonrisa.
- Sonríe varias veces al día: obligatorio, siempre cuando entres en un lugar público.
- Pon emoticonos sonrientes: Junto a comentarios amables.
- Habla con tu sonrisa: ¡Es una cuestión de salud!
- Practica actos bondadosos: Harás sonreír a los demás.
- Procura sorpresas agradables: Llama a alguien que hace tiempo que no ves o improvisa una cena divertida.
- ¡Qué pases un buen día! Resérvate un día libre al mes y aprovecha para mimarte, por ejemplo, vete a un spa. ¡Porque tu lo vales!
- ¿Quieres salir bien en las fotos? Sonríe, saldrás siempre muy atractivo.
¿Has comprobado alguna vez todo lo que se consigue mediante una sonrisa?
Ponlo en práctica desde este mismo momento. Es realmente revelador cómo se amplía el mundo ante ti, pareciendo todo mucho más alegre, colorido y agradable.
Tuneado de artículos publicados en El mundo y www.lamentemaravillosa.com
Autores: Isabel Serrano y Pedro González