La ansiedad como oportunidad

La ansiedad es un trastorno psicológico que enmarca el conjunto de respuestas emocionales ante una situación estresante determinada, esas respuestas incluyen reacciones cognitivas molestas, como pérdida de memoria momentánea o desubicación; aspectos fisiológicos caracterizados por una aceleración en el sistema periférico, aquel que regula e integra los órganos internos por medio de respuestas involuntarias; y aspectos motores observables que implican comportamientos poco adaptativos socialmente.

Aun así, está comprobado que la ansiedad tiene una función muy importante relacionada con la supervivencia, así como el miedo, la tristeza, la ira o la felicidad, precisamente porque mueve a las personas a realizar acciones que en situaciones normales no se efectuarían.

Todos aquellos que alguna vez hayan padecido ansiedad a lo largo de su vida, entenderán lo que se siente cuando te invaden esos constantes pensamientos negativos, esos episodios de miedo irracional, de preocupación, o incluso síntomas físicos que hacen que nuestra vida se complique y que cualquier actividad rutinaria se nos haga cuesta arriba.

Todo ello, sumado al gran estigma social de incomprensión y desconocimiento que reina el mundo de la ansiedad, la han llevado a convertirse en lo que muchos han tildado como “la enfermedad silenciosa del siglo XXI”.

La ansiedad es, de hecho, la enfermedad mental más citada por los españoles, un país que hoy en día ha pasado a ser, precisamente, líder europeo en el consumo de ansiolíticos: según datos de la OMS, al menos una de cada diez personas sufre síntomas de ansiedad.

La ansiedad como factor de impulso

La ansiedad puede ser una cosa buena, puede impulsar y motivar, siempre y cuando aprendas cómo manejarla.

Muchos atletas y artistas pueden utilizar la ansiedad que les causa hacer una presentación como algo positivo para intensificar lo que no logran en la rutina de entrenamiento.

Y pese a todo, lo cierto es que algunas investigaciones han evidenciado que la ansiedad puede en realidad tener ciertos efectos positivo para nosotros.

Un estudio llevado a cabo por la PSL Research, por ejemplo, concluyó que aquellos que padecen niveles altos de ansiedad son capaces de identificar situaciones que pueden suponer una amenaza para ellos mucho más rápido que aquellos que son más optimistas y que no se sienten ansiosos.

Convierte la ansiedad en tu aliada

Gio Zarrari, autor del libro El fin de la ansiedad, nos comenta cómo podemos convertir la ansiedad en nuestra aliada, “comprendiéndola, sabiendo que lleva consigo un mensaje y luchando por descifrar esa verdad que te ayudará a mejorar tu calidad de vida”.

En su obra, que se ha posicionado en numerosas ocasiones entre los libros más vendidos de Amazon, y una de las mejores valoradas sobre este tema en Internet, Gio Zarrari no sólo nos explica cómo combatir la ansiedad, sino que además nos habla de cómo adoptar actitudes relacionadas con la ansiedad que nos sirvan como herramientas para desenvolvernos en nuestra vida diaria.

Así, si consideramos que la ansiedad ha llegado a nosotros como un mensaje, y no como una carga, podremos intentar dar un sentido más importante a nuestra vida y, al final del camino, “volver a sonreír, tal vez mejor que antes”.

Gio nos habla también de lo importante que es observar las cosas desde diferentes perspectivas, de sacar ese luchador que llevamos dentro y poder obtener los beneficios que la convivencia con la ansiedad puede aportar a nuestras vidas.

Algunos de los beneficios de la ansiedad

Estos son algunos de los beneficios que la ansiedad puede aportar a nuestras vidas, si conseguimos aplicar la dosis justa de amor propio y paciencia:

Entender que la ansiedad de hoy es fruto de nuestras acciones del pasado

Todo aquello que llega a nuestra vida es un efecto de una o diversas actuaciones del pasado.

Esta idea subraya el hecho de que “echar balones fuera”, o quitarnos la responsabilidad de nuestra situación, no hace sino alargar nuestra angustia.

Por ello, ante cualquier problema lo más importante es analizar primero sus causas, para evaluar en consecuencia la manera de revertir la situación.

Comprender que tú eres el responsable de lo que te ocurre y que solo tú puedes cambiar tu realidad

Es imprescindible que intentemos dejar de sentirnos como las víctimas de nuestra propia vida.

Vivir, aprender, y tomar la iniciativa hace que nos sintamos más plenos.

Si conseguimos interiorizar ese mensaje, entenderemos cómo nosotros mismos somos los causantes de nuestros propios miedos e inseguridades.

Eliminar la hipocondría de nuestras vidas

Cuando comprendemos que las preocupaciones sin sentido no hacen más que agravar nuestro estado de ansiedad, podremos suprimir por completo nuestra hipocondría y dejar de centrarnos en nuestros síntomas, muchas veces imaginarios, algo que tan sólo nos hace sentirnos aún más ansiosos.

Comprender cómo nuestros pensamientos afectan a nuestra vida

Hemos de desarrollar mecanismos para reconocer y eliminar los pensamientos negativos cuando llegan a nuestra mente.

Si no tomamos conciencia, seguiremos siendo víctimas de una realidad que no podemos cambiar.

Aprender a relativizar los problemas

Procurar no poner todas las expectativas sobre una única cosa de la que depende el resto de la ‘existencia’, por ejemplo, un informe final o un trabajo del que depende el resto de la carrera.

Siempre tener un plan B: si es imprescindible que la vida penda de un único evento, nunca está de más tener diferentes opciones estructuradas para elegir; así, en caso de un posible fracaso, se tendrá una mejor preparación para afrontarlo.

Si conseguimos relativizar nuestros problemas, podremos encontrar algo de paz interior, y descubriremos que la ansiedad es un mal tratable y que convivir con ella nos puede ayudar a mejorar otras facetas de nuestra vida.

Poner las cosas en perspectiva y saber que el sol saldrá al día siguiente ayuda mucho a liberar presiones en el trabajo, el hogar y el estudio.

Disfrutar de los beneficios del deporte y de una buena alimentación

Hábitos como el deporte o una dieta saludable nos reportan beneficios y experiencias agradables, que nos pueden ayudar a realizar cambios en nuestra vida, especialmente si los incorporamos a nuestra rutina diaria de forma permanente.

Fortalecer nuestra voluntad

Todos poseemos en nuestro interior la fuerza y las herramientas necesarias para sobreponernos a cualquier reto.

Acciones como salir a correr cuando no tenemos ganas o tomar el control de nuestros problemas nos ayudará a resolver y afrontar realidades como la ansiedad y el miedo.

Saber identificar a las personas importantes en nuestra vida

Cuando atravesamos dificultades, nuestras relaciones y amistades se vuelven más sanas, fuertes y duraderas.

Es muy saludable tener distintos puntos de soporte en la vida, contar los eventos personales a personas en quienes confíes y procurar realizar actividades en diferentes escenarios.

La amistad adquiere un valor distinto, ya que aprender a querernos es en gran parte rodearnos de gente que realmente nos aprecie. Una relación de mutuo aprecio.

Aprender a superar nuestros miedos

Cuando comprendemos que, ante el bloqueo, debemos pararnos a reflexionar si es necesario seguir en la misma situación o afrontarla, y aprendiendo a dar un valor real a las cosas, conseguiremos superar nuestros miedos con solvencia.

Aprender a vivir en el presente y a disfrutar de las pequeñas cosas

Regálate experiencias y vivencias que te acerquen a la vida, y aprende a concentrarte en el ahora.

En esos breves períodos de vida que te devuelven al presente es en los que se esconde la clave para liberarnos de la ansiedad

Tuneado del artículo publicado en La Razón

Autor: Lucía Díaz