Envejecer feliz: Siete recomendaciones para vivir en plenitud

¿Te estás sintiendo viejo?

¿Te da miedo envejecer?

Para muchos, llegar a la vejez es un motivo de temor.

Esta etapa de la vida se asocia con las enfermedades, la soledad o la falta de actividad.

Sin embargo, cada vez más adultos mayores dicen que a partir de los 60 es cuando han tenido vidas más tranquilas y felices.

“Me gusta ser vieja porque tengo tiempo para hacer lo que más me gusta: cocinar y cuidar a mis plantas. Algunos fines de semana también cuido a mis nietos”, explica María Elena González, de 72 años, de los cuales trabajó 25 en un banco.

“Hace poco me inscribí en una clase de baile y a diferencia de cuando era joven, ahora no me importa si lo hago bien o mal, lo importante es distraerme un rato y pasarlo bien”.

En mayor medida que los jóvenes, las personas mayores “deciden enfocarse y disfrutar más en los buenos tiempos”, según el estudio Mood Regulation in Real Time (Regulación del ánimo en tiempo real) del doctor Derek Isaacowitz.

El paso del tiempo y las experiencias dan a las personas más recursos emocionales que les ayudan a recuperase más rápido de las adversidades.

BBC Mundo entrevistó a dos expertos que dan consejos para envejecer de la mejor manera.

Los dos hacen hincapié en que cada persona debe consultar a su médico para atender sus necesidades específicas y que logren mantener su cuerpo y su mente de la mejor manera posible.

También, recomiendan tener un plan financiero que ayude a alcanzar la seguridad económica para que la falta de recursos para las necesidades básicas no sea una preocupación.

Pero también dan algunos consejos que todo adulto mayor, o todo el que quiera tener una vejez feliz, podría hacer para mejorar su calidad de vida.

La doctora Gayatri Devi, directora de la clínica Park Avenue Neurology, en Nueva York y autora del libro, “The spectrum of hope: An optimistic a new approach to Alzheimer’s disease and other dementias” (“El espectro de la esperanza: un nuevo acercamiento al Alzheimer y otras demencias”), da las siguientes recomendaciones.

1. Mantener una buena actitud

“Deja de fruncir el ceño y comienza a sonreír. Ríe fuerte, a carcajadas. Diviértete con cosas simples como un cachorro jugando, un sombrero raro, un chiste”.

Dice que esto aumenta los niveles de endorfinas (que tienen un efecto analgésico y de bienestar) y serotoninas (que ayudan contra la depresión), además de reducir el cortisol (que se segrega como respuesta al estrés).

Ser feliz es fundamentalmente cuestión de actitud y de celebrar lo que uno hace”, dice Devi.

2. Sentadillas y probióticos

Mantente activo físicamente.

La neuróloga recomienda hacer diez sentadillas diarias, cada una de una duración de 10 segundos.

“Esto dará fortaleza a tus músculos pélvicos, lo que ayudará a prevenir caídas y fracturas”.

Añade probióticos y vitamina D a tu dieta.

Ayuda a mantener el estómago y los huesos en buenas condiciones.

Comprueba la densidad de tus huesos y si tienes problemas, arréglalos.

“Tu cuerpo cuelga de tu esqueleto como la ropa cuelga de una percha”, señala el experto.

3. Desconectarse, no hacer planes

Cuando salgas con amigos mantén tu móvil apagado. Disfruta el momento.

Esto aumenta los vínculos emocionales y la sensación de bienestar.

Además, incrementa la oxitocina (conocida como “la hormona de los vínculos emocionales”) y reduce los niveles de catecolaminas (asociadas al estrés y la obesidad).

“Eso ayudará a perder peso, reduce el riesgo de depresión y aumenta la memoria”, indica Devi.

Deja algunas tardes a la semana sin planes, esto reduce los niveles de cortisol.

4. Dedica tiempo a las cosas que amas

Los adultos mayores suelen tener más tiempo libre y esta es la oportunidad para realizar las actividades que les brindan felicidad.

“Si es posible, cámbiate a un trabajo o realiza una actividad que te apasione”, dice la neuróloga.

La doctora cuenta la historia de un abogado de 88 años que cambió de firma porque ya no estaba satisfecho con la que había trabajado en los últimos 20 años.

“Cuando le dije que me sorprendía que hiciera esas cosas a esa edad, me respondió: ‘Nadie sabe cuánto va a vivir ¿Por qué no querría yo vivir lo más pleno y feliz posible?

Una de las mejores cosas de envejecer es que te va desapareciendo el miedo al fracaso”.

5. Encontrar apoyo

El doctor Daniel B. Kaplan, profesor asistente de la Universidad Adelphi de Trabajo Social, en Nueva York, da otras claves para mejorar el bienestar emocional ante la vejez.

“Una difícil realidad es que mucha gente llega a la vejez con enfermedades crónicas. Ansiedad, depresión, aislamiento y abuso de sustancias son problemas reales que afectan a muchos”, asegura Kaplan.

Pero pueden superarse o disminuir con apoyo, asegura. “No debes tener vergüenza de sentirte mal cuando estas enfermo”.

Para los que tienen problemas de estrés, soledad, o tienen dependencia de los efectos del alcohol, medicamentos o drogas, la situación puede mejorar o empeorar, dependiendo de si encuentran y aceptan ayuda.

“Habla con tu familia y amigas de lo que te molesta, pide ayuda a tus doctores o a los trabajadores sociales y psicólogos.

Haber sobrevivido las dificultades de la vida por seis o siete décadas es un logro.

Y los próximos 20 o 30 años deberían estar definidos, de ser posible, por el júbilo, la compañía y la paz. Encontrar soporte es un paso necesario para ello”

6. Orientarse a la satisfacción

En todas las etapas de la vida estar satisfecho pasa por sentirse bien en los diferentes roles sociales que jugamos en cada momento.

“Dependiendo de la plenitud que cada persona sienta en esos papeles que juega, la persona percibirá su propio valor”.

Los adultos mayores deben seguir cultivando esos roles, como cónyuge, amigo, hermano, padre o abuelo.

Pero también pueden buscar nuevos roles, como por ejemplo un voluntariado, hacer compañía a algún vecino solitario, o incluso un nuevo trabajo que le proporcione un ingreso.

“Estar activo en distintos roles es muy bueno para la estimulación intelectual y social, además ayuda a la realización emocional”.

7. Establecer nuevas conexiones

No dependas de pocas relaciones cercanas.

Trata de encontrar grupos de gente con los que te guste pasar tiempo y asegúrate de mantener esas conexiones.

Una vida social previene el aislamiento, ayuda a la formación de relaciones significativas y construye una red de seguridad de gente que se preocupa por ti y que estará a tu lado en tiempos de enfermedad o tristeza.

La doctora Devi añade: “Es bueno tener amigos de distintas edades, al menos uno en cada década de la vida”.

Eso hace las interacciones más interesantes y diversas, con distintas formas de interactuar.

También ayuda cuando los amigos más mayores van muriendo.

Si bien, las pérdidas son irreparables, al menos no se van quedando solos porque las amistades más jóvenes siguen ahí.

Además, los amigos más jóvenes pueden ayudar a mantenerse al día en cosas como la actualidad o la tecnología.

Y los más mayores pueden compartir su experiencia en otros aspectos, lo que les puede hace sentirse más útiles y satisfechos.

“Hay varios componentes para tener una vejez más o menos feliz, pero sin duda, el más importante es la actitud”, asegura Devi.

Es bueno no olvidar que envejecer es un privilegio.