Los padres y madres son para los hijos sus primeros maestros
No en vano son las personas que además de enseñarles a caminar y a articular sus primeras palabras, a lo largo de toda su vida se constituyen en el apoyo fundamental en sus vidas.
Por este motivo, la Asamblea General de la ONU reconoce su responsabilidad en la educación, alimentación y en la protección de los niños, e incide en el papel crítico de los padres en la crianza de los niños.
Papel crítico porque ser madre y ser padre es algo muy diferente, pues el concepto como tal ha cambiado sustancialmente en las tres últimas generacionales.
Y por ello, hay grandes diferencias entre ser madre o padre y ejercer de ello.
La socióloga Alicia Arandilla, experta en neurolingüistica, ante estas diferencias nos explica que: «ser madre o padre parte, desde el punto de vista emocional, se relaciona con el concepto de amor incondicional y, para el resto de los vínculos hemos ido creando nuevo vocabulario, como madrastra, para representar relaciones en las que destacar más el poder que el amor».
El estrés en la familia
El estrés es la respuesta automática y natural de nuestro cuerpo ante las situaciones que se presentan cuando una persona sufre un estado de tensión nerviosa, producto de diversas situaciones.
Sentir estrés es una reacción rápida del cuerpo ante una demanda, por lo que, en un principio, no tiene por qué ser negativa.
El problema surge cuando el individuo no cuenta con los recursos suficientes para afrontar esa reacción y se siente sobrecargado.
Si esa situación se prolonga en el tiempo, la salud física y mental de la persona puede acabar deteriorándose.
Un estudio realizado por Cinfa y avalado por la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS) se basa en un cuestionario online realizado a una muestra representativa de 3.009 personas de entre 18 y 64 años de todas las comunidades autónomas.
Entre las personas que declaran sufrir estrés, el 50,9% lo atribuye al exceso de actividades y la falta de tiempo, y las siguientes causas son los problemas de cansancio o sueño con un 46,2%, y los conflictos laborales, con un 43,2%.
El papel diferencial de la madre
De acuerdo con los resultados, el estrés afecta más a menudo a la mujer que al hombre, una de cada dos, frente a uno de cada tres varones.
El estudio también explica que el hecho de tener hijos también influye significativamente en el nivel de estrés.
Aunque hoy en día las cosas van cambiando, el peso de la crianza de los niños sigue recayendo más que proporcionalmente en las mujeres que, además, también están incorporadas de pleno en el ámbito laboral.
Según la OMS, hoy en día, la depresión es la principal causa de discapacidad del mundo occidental.
Se estima que para el año 2030, esto se extenderá a todos los problemas de salud mental, que encabezarán el listado, ya que afectará a un 65% de la población.
¿En un período de 10 años nos vamos a volver todos locos?
Los niños, son el futuro y... ¿este es el pronóstico? ¿Qué está ocurriendo?
Probablemente, como dijo Krishnamurti, les estamos adaptando a una sociedad profundamente enferma, y eso no es signo de buena salud.
Simplemente conseguimos enfermos de estrés, de ansiedad, de insatisfacción...
“Vivimos la vida en cadena perpetua”, declara Claudia Rodríguez Calvo, instructora y coach del Úrsula Calvo Center.
Estos datos, prosiguen, «son cuanto menos preocupantes y muchas veces hacemos víctimas a nuestros hijos de nuestro estrés queriendo que sean perfectos o que tengan aquellas cosas que nosotros no hemos tenido».
Según Claudia Rodríguez Calvo, es que «nos volvemos locos buscando las formas de que sean los más competentes, que atiendan más en clase, que se les den estupendas las matemáticas... Y muy pocas personas realmente tratan de educar en valores como la autenticidad, la autocompasión y la aceptación a sus hijos».
Cambio de paradigma
En cuanto al éxito que siempre queremos para nuestros retoños, añade esta experta. “nos hemos criado en la cultura del esfuerzo. El sudor de tu frente marca tus posibilidades de éxito. Si estudias, trabajas superarás a la competencia y entonces te convertirán en una persona de provecho y tendrás éxito”.
El descanso está fuertemente sancionado a partir de, ¿los 8 años?
“En el futuro está la promesa de una vida mejor”, apunta Claudia Rodríguez Calvo.
Prosigue el experto, “en una ocasión escuché a un padre preguntarle a su preciosa hija: "cielo, ¿qué quieres ser de mayor?". La niña respondió: “papi yo de mayor quiero ser feliz”
“Casi se me cae una lágrima... Pero cuando realmente se me cayó fue cuando escuché al adulto responder: "cariño, yo también quiero ser feliz, pero tienes que aprender que hay cosas más importantes.
El secreto de la felicidad
Todo esto, concluye esta profesional, «no significa que tengamos que dejar de planificar nuestra vida, y tampoco dejar de tener metas, siempre que esto no nos robe la alegría y la satisfacción del ahora».
“Recuerdo una gran lección que aprendí de mi abuela. Una persona excepcional. A sus 70 años, permanece activa, jovial y apasionada. Elige sabiamente aquello en lo que emplear su tiempo y disfruta de sus actividades, desde la más trivial, hasta la más compleja. Una de sus grandes aficiones es la pintura. Recuerdo una vez que quedamos a comer después de su clase de los jueves”.
En esta ocasión, continua el relato, “su rostro entreveía cierto desencanto, algo extremadamente inusual en ella. Le pregunté si le había ocurrido algo, y me comentó que justo esa clase había conseguido terminar un cuadro en el que llevaba tiempo trabajando”.
Lo había colocado en el asiento trasero del coche y, en el trayecto, el cuadro se había volteado. Al estar la pintura todavía fresca, el cuadro quedó... Hecho un cuadro.
Le dije: "abuela, ¿qué es lo que más te gustaba de ese cuadro?".
A lo que me respondió: "esa es una buena pregunta... ¿Sabes qué es lo que más me gusta del cuadro? Pintarlo".
Nos reímos con todas las ganas del mundo y continuamos disfrutando de una comida maravillosa.
El poder del ahora
Esta mujer tan sabia y su anécdota nos descubre uno de los grandes secretos de la felicidad: el proceso es la vida, es el instante y, por lo tanto, es lo más importante que tienes ahora.
Por tanto, madres y padres del mundo: En numerosas ocasiones nos dejamos llevar por el impulso de regalar tantos juguetes en cumpleaños, en Reyes, en Navidad... y nos olvidamos de obsequiar y enseñar a los niños a tener responsabilidad, a aceptarse tal y como son, tener autocompasión, tomar sus propias decisiones y lidiar con sus propios obstáculos y todo esto, lo deberán hacer solos, pero, en primer lugar, aprenderlo de nosotros, sus padres.
Esta es nuestra principal función, ser ejemplo. Buen ejemplo.