Asignatura de Educación Emocional en los colegios

La Confederación Salud Mental España reclama la implantación en el sistema educativo de una asignatura de educación emocional, con el fin de «dotar a los más jóvenes de las herramientas personales necesarias para afrontar las situaciones complejas de la vida».

Así lo pone de relieve el presidente de Salud Mental España, Nel González Zapico, cuando aborda la importancia de ver el bienestar personal como un derecho humano, algo fundamental, a su juicio, para que se dé cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

«El bienestar personal abarca múltiples ámbitos y se enmarca en otros derechos fundamentales, como la educación, el trabajo, la protección a los colectivos vulnerables o la adecuada atención sanitaria», apunta.

Primera causa de discapacidad en jóvenes y adultos

En este sentido, advierte de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que los problemas de salud mental serán en 2030 la primera causa de discapacidad en jóvenes y adultos.

«Es evidente que la salud mental es algo que puede afectar al bienestar de las personas. Si todas y todos trabajamos en una misma dirección, podremos evitar que esta predicción se cumpla», remarca González Zapico.

Según explica González, es preciso enseñar a los niños que "la vida no es de color de rosa" y darles "herramientas para enfrentarse" a las dificultades.

"A veces esperamos que los demás nos validen", prosiguió, cuando "tenemos que aprender a valorarnos nosotros mismos” y transmitir esos valores a los más pequeños de la casa.

De ahí la importancia de una asignatura de educación emocional, que además "enseñara respeto por la diversidad".

González remarca que unas diez personas se suicidan cada día en España y que alrededor de 200 intentan hacerlo. En todo el mundo son 300.000 las personas que mueren por este motivo al año.

En su opinión, "la buena noticia es que se puede prevenir", pues "los tiempos en que el suicidio era un tabú están llegando a su fin".

"Estamos aquí para quitarles la vergüenza a quienes lo han intentado, y también para decirles a los familiares que no es su culpa.

Más empatía, por favor

De igual forma, solicita que el sistema de salud trate con "más empatía" a estas personas, y que se eviten las retenciones mecánicas y los ingresos forzosos.

"Se trata de evitar que el trauma aumente con cada hospitalización".

González Zapico reclama, además, trabajar de forma especial con los colectivos vulnerables. "Si sabemos que la violencia y los abusos sexuales aumentan el riesgo de suicidio, trabajemos ahí".

En un reciente reportaje sobre Petales España, una organización que trabaja en favor de las familias en cuyo seno hay miembros con trastornos del apego, su vicepresidenta Úrsula Martínez, explica que las familias que forman la organización (ya son 150 en España) veían que sus hijos tenían comportamientos «que nadie sabía explicar, comportamientos compulsivos, impulsivos, incluso disruptivos en momentos, niños que no consiguen regulación emocional y viven en un tobogán continuo».

Fomentar el apego

El apego es el tipo de relación que el bebé desarrolla con sus padres o cuidadores y que le proporciona la seguridad emocional y la tranquilidad indispensable para explorar el mundo, es decir, permite al niño realizar un buen desarrollo cognitivo, emocional y físico.

Por ello, sobre los trastornos del apego, la psiquiatra Carmen Moreno expone que «hablamos de una adversidad que a menudo comienza antes de nacer y a partir de ese nacimiento, muchas veces es acumulativa, y eso hace que el desarrollo se vea alterado en muchos aspectos, tanto físicos como psíquicos».

Asimismo, los participantes en el reportaje coinciden en la relevancia de la detección temprana. «Cuanto antes, mejor, porque cuando ya se ha desarrollado una patología mental, las dificultades de trabajo son mucho mayores, porque ese chico/chica lo que ha hecho es adaptarse de la mejor manera posible a esa sociedad y a partir de ahí es todo más difícil y se medicaliza en exceso», declara el psiquiatra Diego Figuera.

Por su parte la Sociedad General de Médicos Generales y de Familia (SEGM) recuerda que, entre las enfermedades mentales más habituales -en cuanto a incidencia, prevalencia y mortalidad en nuestro país- se encuentran los trastornos afectivos, es decir, las depresiones, seguidos de los trastornos de personalidad y los de ansiedad, y la patología dual.

En cuanto a mortalidad, a través del suicidio, sin duda alguna, lo son las depresiones, seguidas de los trastornos límite de la personalidad, el abuso de sustancias y la esquizofrenia u otros cuadros psicóticos.