9 maneras de fortalecer tu “sistema inmune emocional”

Las emociones se transfieren, en parte por una imitación inconsciente que se da a través del observar, escanear y registrar el lenguaje no verbal, que incluye: la postura, los movimientos corporales, los movimientos faciales y hasta los oculares.

Cuando las personas sincronizan ciertas conductas motivadas por una emoción sucede el “contagio emocional”.

¿Has estado en un lugar en donde las personas están bostezando y terminas por bostezar, aunque no tengas sueño?

Esto es porque el cerebro está interconectado a través de una red neuronal llamada neuronas espejo, las que nos hacen posible: imitar gestos, expresiones faciales, emociones y sentir empatía, eso nos ayuda a identificarnos con un grupo social y sentirnos integrados en ese grupo.

Cada persona tiene un diferente grado de susceptibilidad emocional, en algunas personas parecería que muchas cosas que suceden a su alrededor no les perturban demasiado y otras personas se pueden ver muy afectadas por algo que parecería un pequeño detalle, son personas altamente sensibles.

Las personas suelen parecerse a los sujetos con los que conviven, no siempre en cuanto a sus rasgos físicos, pero sí en cuanto sus gestos, pues existe la tendencia natural a imitarnos los unos a otros, incluso en las expresiones faciales, por eso, encontramos algo de parecido en los integrantes de una pareja y en un niño, sus gestos suelen ser más parecidos a los de la persona que está en contacto con él por más tiempo, aunque no se parezcan físicamente demasiado.

¿Cómo reaccionas frente a los demás?

¿Por lo general tu manera de reaccionar ante diferentes situaciones es en ocasiones un tanto exagerada o suele ser ecuánime?

¿Cómo les demuestras a los demás que estás en desacuerdo con alguna de sus ideas sin atacar su persona?

No olvides que muchos podrán olvidar las cosas que les has dicho, aunque hayan sido importantes, también pueden olvidar con facilidad incluso las cosas que hiciste por ellos, aunque fueran muy significativas para ti…

Pero es más difícil que olviden cómo las hiciste sentir, por lo que es de suma importancia cuidar este aspecto para fomentar relaciones sanas.

El contagio emocional en tu día a día

El ambiente laboral es muy importante, ya que pasamos muchas horas a la semana en él y un buen líder entiende que el bienestar emocional y la salud de una organización están íntimamente relacionados.

Sin embargo, no todos jefes dentro de las empresas tienen esto en mente, el tener un jefe autoritario y que constantemente está de mal humor puede influir en el clima laboral e incluso en los resultados, pues a los empleados les suele resultar más difícil identificarse con los valores y objetivos de la organización o como comúnmente se dice: “ponerse la camiseta”.

¿Muestras tolerancia y respeto hacia las personas que están en tu vida, aunque tengan opiniones o habilidades diferentes a las tuyas?

¿De qué manera tratas a las personas con las que estás en conflicto?

Practicar la inteligencia emocional puede hacer que mejores no sólo tus relaciones interpersonales o con los demás, sino que te ayuda a mejorar la relación intrapersonal, la cual es la más importante, porque es la que tienes contigo mismo.

La buena gestión de las emociones te ayudará a funcionar de mejores maneras en tu casa, en tu trabajo, con tu pareja, amigos, en la escuela y en los demás lugares en donde te desenvuelves, brindándote más oportunidades y no cerrándote puertas.

Dentro los ambientes laborales y otros contextos, es importante la actitud, no sólo la aptitud.

Estrategias para no dejarte llevar por las emociones no deseables

No te tomes de forma personal los comentarios hirientes, esos muchos a veces tienen más que ver con lo que la persona está proyectando de sí misma.

Es cierto, que no puedes elegir las circunstancias que se te presentan en el diario vivir, a veces son muy desafiantes, ni puedes elegir a tus compañeros, pero sí puedes modificar tu manera de responder ante esto, haciéndolo de maneras más inteligentes y adaptativas.

Cuando nos estresamos o tenemos una emoción como la ira, tristeza o temor se modifica nuestra respuesta en el sistema sanguíneo, así como en el acceso y flujo del oxígeno a diferentes partes de nuestro cuerpo, por lo que es muy recomendable que cuando experimentes una emoción desadaptativa intentes respirar larga y profundamente, esto puede ser un buen recurso, pues no te tienes que retirar de un “ambiente tóxico” del cual no te puedes evadir.

Al no dar pie a emociones no dseables, puedes hacer uso de tus procesos cognitivos con mayor facilidad, lo cual te ayuda a llegar a soluciones más efectivas.

Por otra parte, una pobre regulación emocional es un serio inconveniente para el desarrollo de los vínculos sociales sanos.

El estrés: Potencialmente contagioso y dañino

Muchas emociones y maneras de responder provienen de la amígdala cerebral, que es una de las principales encargadas de guardar nuestras memorias emocionales, especialmente las que nos impiden crecer.

Activa inmediatamente nuestro sistema de afrontamiento, de evitación del conflicto, escape o huida y prepara al cuerpo para ello, esas respuestas ayudan a tu protección y supervivencia cuando es necesario.

El sistema límbico puede ser más veloz que el cognitivo y muchos seres humanos están automatizados para a operar desde ahí ante muchos estímulos cotidianos.

Cuando se activa, por situaciones estresantes, se producen una serie sustancias como la epinefrina, adrenalina y el cortisol, las cuales activan al cuerpo para un posible ataque, ya sea real o percibido, a su vez capacita al organismo para dar una respuesta.

A su vez, la exposición de manera constante a estos cambios bioquímicos puede llegar a ser nociva para la salud.

El estrés es una amenaza importante para la salud en la sociedad contemporánea

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Es causa de una serie de problemas psicológicos como la fatiga, el insomnio, trastornos de ansiedad y la depresión, entre otros.

Su cronicidad puede hacer que se presente alguna enfermedad física, ya que el estrés afecta a un organismo en general de una forma fisiológicamente cuantificable, una manera de medir esto es mediante el aumento de las concentraciones de la hormona del estrés: cortisol.

9 maneras de fortalecer tu “sistema inmune emocional”

Elsa Punset nos propone ciertas estrategias que nos ayudan a esto:

1. Sé consciente de tus emociones

Observa las emociones que experimentas durante el día e identifica cuáles de ellas son las que más “contagias” a los demás.

2. Exagera los activadores del buen humor

Trata de sonreír, si no tienes motivos para sonreír puedes buscar en tu memoria un momento agradable o gracioso. Sonreír y expresar nuestra gratitud hace que te sientas mejor y que se contagien emociones positivas.

3. Consume cacao

Tiene poderes antidepresivos y estimulantes que te harán sentir mejor, contienen también teobromina y polifenoles que te proporcionan un sentimiento de satisfacción. En caso de que tu médico no te lo contraindique.

4. Haz deporte

Esto genera la producción de dopamina, serotonina y endorfinas, entre otros neurotransmisores, los cuales contribuyen a que tengas buen ánimo.

5. Sal con amigos

Ve con amigos y personas que compartan tus mismos intereses a realizar juntos de actividades que disfrutes.

6. Elimina o limita lo que te desgasta

Evita las críticas y la lucha excesiva de poder, muchas relaciones tienen su base en el sometimiento y la dominación, el querer tratar de controlar siempre las situaciones generan mucho desgaste emocional.

7. Enfócate en lo que haces bien

Trata de enfocarte también en el presente, te ayudará a eliminar un poco de angustia y ansiedad por el pasado o el futuro y podrás centrar más fácilmente tu atención en tus objetivos y metas.

8. Rodéate de personas positivas

Construye círculos sociales positivos y libérate en la medida de lo posible, de personas que te transmiten constantemente estrés y emociones desagradables. ¿Cómo eliges a las personas con quienes te relacionas?

9. Piensa detenidamente antes de decir o escribir algún mensaje negativo

Evita contagiar a los demás de esa emoción que a veces puede ser pasajera, pero puede desgastar las relaciones de manera permanente. Práctica algunas técnicas de respiración pueden ser de gran ayuda para aprender a enfocar tu atención y cambiar tu estado mental por uno más ecuánime.

Conclusiones

Todos los días estamos en contacto con situaciones desagradables y en nuestro camino a veces hay personas que transmiten constantemente emociones como la ira, el miedo y la ansiedad, si no estamos lo suficientemente inmunes a ello o en equilibrio y salud, nos “contagian” sus emociones y el estrés, tan pernicioso para la salud.

Muchas personas tienen programaciones que los pueden hacer sufrir de más.

Recuerda que tus decisiones marcan una gran diferencia, está en ti el elegir la manera en que vas a reaccionar a los retos que se presentan todos los días: si eliges el comunicarte de manera asertiva, entonces fomentas una sociedad más colaborativa y menos competitiva; si optas por ver los problemas como oportunidades, puedes construir soluciones creativas aun en medio de las dificultades.

¡Tú puedes elegir!

Al menos puedes cambiar tu atención hacia tu propia respiración, utilizar estrategias más eficaces para gestionar tus emociones y tratar de integrarte con otro tipo de personas o construir círculos de personas que te transmitan emociones que contribuyan a tu bienestar biopsicosocial.

Tuneado del artículo aparecido en www.unamentemaravillosa.com