7 misterios del cerebro que aún no tienen explicación

La ciencia, en ocasiones, puede llegar a ser una tomadura de pelo.

Está claro que responde preguntas vitales, pero ¿responde las más trascendentales?

Todavía no. Y con toda seguridad no lo llegará a hacer nunca.

Y esto no por no haber llegado aún a las respuestas, sino porque la misma estructura del pensamiento científico se planteará nuevas preguntas justo en el momento en que sea capaz de dar respuesta cierta o formule hipótesis plausibles sobre las incógnitas vigentes.

Sin embargo, en el día a día, parece que la ciencia excluye de entrada la naturaleza de ciertas cuestiones, hoy ignotas.

Es decir, hay ámbitos de lo real en los que la ciencia, al momento presente, demuestra una completamente inutilidad.

La jactancia cientificista sobre los avances del conocimiento y los objetos del mundo, galaxias, refrigeradores, iPods, trenes, ecosistemas, estrellas marinas y una eternidad de etcéteras, resulta irrisoria al compararla con todo lo que se desconoce de quien conoce, o sea, el sujeto cognoscente.

Es verdad que, como todo producto humano, la ciencia es cambiante y las "verdades" van modificándose al pasar los años.

Por ejemplo, hasta el siglo XVII, la teoría de los humores iniciada por Hipócrates era el referente de la medicina occidental.

Así la sangre, la flema, la bilis negra y la amarilla condicionaban el comportamiento humano, sus estados emocionales, mentales y su salud en general.

Hoy sabemos que es el cerebro quien regula la mayoría de los procesos internos, desde nuestra salud hasta nuestros estados de ánimo.

Repasemos aspectos cotidianos para los que la ciencia no tiene explicación.

El proceso de sueño

Pese a que pasamos la mitad de nuestra vida durmiendo, poco se sabe sobre cuál es la función del sueño y por qué sus procesos son así.

Es claro que existe una necesidad de descanso.

Al dormir descansa el cuerpo, pero el cerebro no.

Éste se entretiene elaborando imágenes rarísimas y emociones profundas, logrando una especie de collage surrealista interno del que poco entendemos.

La mejor explicación radica en la necesidad de limpieza, física y lógica, del cerebro.

El miembro “fantasma”

Existen personas a las que se les amputa un miembro del cuerpo y, sin embargo, continúan teniendo sensaciones de esas partes.

Este fenómeno se conoce como el "miembro fantasma" y sus causas aún siguen siendo desconocidas.

Sabemos que el cerebro almacena un “mapa actualizado del cuerpo” que va ajustando conforme el cuerpo físico del individuo evoluciona (niñez, adolescencia, …), pero no sabemos porque el proceso de actualización de este mapa falla cuando falta un miembro.

Aprendizaje

A pesar de los miles de sugerencias para alcanzar un mejor desempeño intelectual, lo cierto es que poco se sabe sobre las razones del funcionamiento del aprendizaje.

Los impulsos eléctricos no parecen ser suficientes para comprender cómo nuestro cerebro realiza la unión entre dos cosas distintas entre sí y establece una relación de consecuencia o similaridad.

Sabemos que sabemos y cómo sabemos, pero no por qué sabemos.

La Inteligencia Artificial, por ejemplo, no ha sido capaz de hacer seres pensantes por sí mismos.

Cómo funcionan las emociones

Las emociones continúan siendo un terreno en el que resulta difícil profundizar.

Aunque existen cientos de teorías neurológicas para entender, por ejemplo, el amor, éstas son incapaces de explicar el fenómeno de manera completa.

Describen ciertos procesos, pero la complejidad de las emociones continúa siendo un misterio.

Aún más: los avances en psiquiatría se han efectuado bajo un sistema de prueba y error y aún existen muchos cabos sueltos.

Apenas estamos atisbando la importancia de las emociones en nuestros procesos de toma de decisiones.

La memoria

Se sabe bien que nuestro cerebro recibe estímulos y a partir de ellos elabora conexiones entre neuronas, formando redes neuronales.

Sin embargo, aún falta mucho por conocerse sobre la memoria a corto, mediano y largo plazo o por qué hay recuerdos que sencillamente bloqueamos.

Se trata de un sistema tan complejo que no puede seguirse la pista sin perderse en algún momento en tan intrincado mapa de conexiones.

El humor

Lo mismo que los procesos de memoria y las emociones, los mecanismos que suceden en el cerebro para que algo nos resulte "gracioso" son sumamente complejos y aún no se conocen del todo.

Tiene que ver con nuestra personalidad, nuestras conexiones neuronales y con toda la construcción de conocimientos, sobre nuestro proceso de conceptualización, pero aún se desconoce cómo es todo este procedimiento.

Sobre la consciencia

¿Dónde está la vida?, ¿puede señalarse con un dedo?

Es decir, ver un corazón latir o la sangre correr por las venas, no es ver “la vida”.

Del mismo modo, pueden conocerse todos los procesos sinápticos y aun así no se da con lo que sea la consciencia, de dónde surge y cómo se manifiesta.

Como cualquier producto humano, la ciencia es más un proceso que algo terminado.

Los científicos no son seres etéreos ni omniscientes sino sujetos de carne y hueso con un perfil psicológico, social y cultural que condiciona su modo de ver el mundo y hacer ciencia.

El conocimiento científico es importante, esencial e imprescindible.

Está en todas partes y no contemplamos la vida sin su utilidad.

Quizá es el momento de recordar a Émile Zola cuando decía:

“¿La ciencia ha prometido la felicidad? No lo creo.
Ha prometido la verdad y
la cuestión es saber si con la verdad se conseguirá algún día la felicidad”.