La huella del orfanato en el cerebro adoptado
Los cerebros de los jóvenes adultos adoptados que fueron internados en orfanatos cuando eran niños son alrededor de un 8,6 por ciento más pequeños
Los cerebros de los jóvenes adultos adoptados que fueron internados en orfanatos cuando eran niños son alrededor de un 8,6 por ciento más pequeños
La mejor forma de rendirles homenaje, es transmitiendo sus valores, sus principios y sus enseñanzas a nuestros propios hijos.
Iniciar nuevas conductas y asumir nuevos esquemas de pensamiento y actitudes pueden hacer de nuestro cerebro un órgano mucho más resistente.